Encuentros en la primera fase

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

10 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Nos decía el profesor de Redacción Periodística que nada de usar películas para titular informaciones. Ni siquiera para inspirarse o hacer una versión adaptada a la actualidad correspondiente. Pobre de aquel al que se le ocurriera tontear con García Márquez y anunciara cualquier tipo de crónica: al momento le sugeriría que dejase Periodismo y que se ganase mejor la vida estudiando Corte y Confección. Pero esto no es una noticia y no creo que Íñigo Domínguez de Calatayud, que falleció hace menos de un año, se hubiera imaginado nunca la situación informativa extrema en la que nos encontramos. Así que, con la tranquilidad de que no le hubiera parecido mal, así me presento este domingo ante esta columna: preparada para los encuentros en la primera fase. Y es que, después de esa rueda de prensa que seguimos como si fuera un escrutinio electoral (o Eurovisión, según los vicios de cada uno) en eso estamos, en prepararnos para pasar a la fase 1 y, sobre todo, para tener esos encuentros que llevamos tanto tiempo deseando, aunque sea con limitaciones y con normas. Las normas, por cierto parecen ciencia ficción para algunos, que igual no saben leer o contar y por eso se comportaban estos días como si estuviesen en la tercera fase. Grupos de gente que no vive junta paseando sin distancia alguna, pandillas de chavales que salvo precocidad inusitada tampoco viven juntos dándose una vuelta, parejas que en lugar de quedar a cenar con el matrimonio amigo cambiaron a darle zapatilla mientras aprovechaban para la tertulia... Lo dicho, tercera fase. No es que las normas que nos han ido dictando sean lo más diáfano del mundo pero hay algunas que hasta un niño entendería. Quizás por eso mis hijas me decían estos días cosas curiosas en el paseo diario: «Ese señor no lleva ni niño, ni perro, ni bolsa del súper y no creo que vaya en pantalón corto a trabajar»; o «Esos niños por qué están jugando juntos mientras hablan sus mamás»; o «Por qué nosotros no podemos salir todos juntos y esa niña lleva a su papá y su mamá. ¿No tienen televisión o no leen los periódicos?». Pues qué se yo. Será eso. O que ya llegaron a la tercera fase.