Descartan la implicación de terceros en un accidente mortal en Rabo de Galo

M. V. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Pase a disposición judicial del conductor implicado en el choque mortal
Pase a disposición judicial del conductor implicado en el choque mortal Santi M. Amil

El juez mantiene al Carlos P. P. como principal sospechoso y envía el caso a juicio

09 jul 2020 . Actualizado a las 16:22 h.

La investigación por el grave accidente de tráfico ocurrido el pasado 7 de septiembre en la N-525, a la altura de Rabo de Galo, Ourense, está cada vez más cerca de juicio. El juez instructor acaba de cerrar el sumario manteniendo como principal sospechoso a Carlos P. P., el hombre que conducía el coche que embistió a una motocicleta, cuyo conductor murió. A pesar de que hace algunas semanas el magistrado Leonardo Álvarez tomó declaración a nuevos testigos que intentaron demostrar que era otra persona quien dirigía el turismo cuando se produjo la colisión, en concreto el copiloto, no ve probado el togado esta hipótesis y cierra el sumario centrando las sospechas en el hombre que, tras darse a la fuga del lugar del accidente, se entregó en la comisaría de Policía dos días después asegurando que tenía coartada para el día y la hora de los hechos.

Por ahora, ni la fiscalía ni el juez instructor se han creído esa versión y, de hecho, Carlos P. P. se encuentra en prisión preventiva desde que se entregó a las fuerzas de seguridad. Mientras, la mujer que le prestó coartada, Josefa P. P., prima suya, está también bajo sospecha. Así lo confirma el auto notificado esta misma semana a las partes, en el que se acuerda declarar concluso el sumario, «que se remitirá junto con los objetos intervenidos, las cantidades consignadas y ocupadas y las piezas separadas correspondientes, si las hubiere, a la ilustrísima Audiencia Provincial».

El escrito hace un relato de los hechos según el cual el día del accidente, poco después de las once de la mañana, el investigado se puso al volante de un Audi A3 y circuló por la N-525, a una velocidad excesiva, tanto que según los informes iba a 125 kilómetros por hora a pesar de que en la zona existe una limitación de velocidad fijada en 60. En esas condiciones, poco pudo hacer cuando, al hacer una maniobra para cambiar de carril, se encontró con una motocicleta, a la que no pudo esquivar. El choque fue brutal. Tras producirse el impacto entre ambos vehículos, la motocicleta queda atrapada contra el frontal del turismo, «saliendo despedida hacia la izquierda de la vía para impactar posteriormente contra la mediana de hormigón». La descripción del accidente también deja ver que la moto fue arrastrada a lo largo de 42 metros hasta su posición final en el centro de la calzada. El conductor, un vecino de Lisboa de 37 años, quedó primero atrapado en los bajos del automóvil, para posteriormente salir despedido. Según las pruebas su cuerpo quedó tendido en la calzada, a 74 metros del lugar en el que tuvo lugar el primer impacto.

Asegura el juez que antes del accidente Carlos P. P., de 35 años, había estado consumiendo alcohol y sustancias estupefacientes y además carecía de permiso de conducir. Se le investiga por el momento por los delitos de homicidio doloso, omisión del deber de socorro y dos contra la seguridad del tráfico.

La excusa de Barbantes y el pulpo a las seis de la tarde no convence al juez

Tras el grave accidente, ocurrido un sábado por la mañana, el conductor del coche, quien al parecer iba acompañado de otro hombre, se dio a la fuga. Dejó abandonado el turismo cerca del lugar de los hechos y nada se supo de él hasta el lunes. Ese mismo día, por la noche, se personó en dependencias policiales Josefa P. P., quien trató de exculpar a su pariente «afirmando que el 7 de septiembre sobre las once de la mañana se marchó con Carlos en el vehículo de él a su casa, situada en Barbantes, permaneciendo en la misma hasta las seis de la tarde, momento en el que ambos se dirigen a la localidad de Ribadavia a comer el pulpo». El juez dice que la mujer mintió «con la única intención de servir de coartada a Carlos» y le imputa un encubrimiento.