Los aplazamientos de bodas llegan ya a julio y castigan más a la hostelería

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

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CEDIDA

Las comuniones también están paradas. En el último año, se celebraron casi un millar

28 abr 2020 . Actualizado a las 13:44 h.

Restaurantes, tiendas de ropa, floristas, fotógrafos, empresas de animación musical, puestos de comida o empresas de transporte. Todas ellas tienen marcado en rojo en el calendario los meses de primavera y verano como la temporada alta de los eventos sociales, ya saben la que se conoce popularmente como la BBC (bodas, bautizos y comuniones). Para algunos de ellos supone gran parte de su facturación anual y la supervivencia de cientos de puestos de trabajo. Y todos resumen la situación generada por la crisis del coronavirus de una forma muy similar. «Es un desastre», resume el cocinero Flavio Morganti. En su caso, explica que todos los eventos se encuentran paralizados a la espera de que se conozca cómo y cuándo podrán reanudarse este tipo de ceremonias.

La incertidumbre generada en el sector por la falta de información concreta sobre el proceso de desescalada en la hostelería hace que el aplazamiento de eventos sea inevitable. En el caso de las bodas, todos los restaurantes consultados coinciden en apuntar que los novios han optado ya por aplazar todos los eventos de los meses de mayo, junio y mediados de julio. «Los de agosto están aguantando, los aplazamientos se van realizando a dos meses vista», explica Carlos Fernández, del restaurante Barazal.

Aunar los deseos de los novios con la situación actual y la capacidad para mover eventos que se reservan con tanta antelación se ha convertido en el principal escollo a superar por los restaurantes. «El de las bodas es un sector muy emocional. Los novios, por norma general, lo que quieren es casarse en una época concreta del año y sino pueden hacerlo prefieren mover la boda para el año que viene. Para nosotros eso es lo peor, porque de esa forma lo que ibas a realizar en un año, ahora lo harías en dos. Si moviésemos de fecha un año todas la bodas del 2020, no solo perderíamos esta temporada sino la siguiente», señalan desde Pazo Bentraces. En todo caso, muchas de las previstas para primavera se han recolocado en otoño e invierno con la esperanza de que puedan realizarse, aunque sea con restricciones.

Y es que el estado de alarma no pudo llegar en peor momento. «Es una faena muy grande y nosotros si preferimos mover los eventos para fechas que no sean de temporada alta es por pura supervivencia, aunque también entendemos que la gente sea reacia a pagar una cantidad alta de dinero y no poder disfrutar todo el proceso que conlleva una boda en la época que deseas», explican desde la gerencia de Pazo Bentraces.

La gran incógnita que tiene el sector, más allá de la fecha en que podrán realizarse este tipo de encuentros, es la de saber en qué condiciones. «Falta una estrategia y estamos todos con una total incertidumbre», señala Carlos Fernández, de Barazal.

Todos los empresarios hosteleros consultados tienen claro que la reapertura se realizará con restricciones, que pueden afectar en mayor o menor medida en función del evento que sea y de las condiciones de cada local. La limitación de un aforo máximo de 50 personas es una de las cuestiones que están encima de la mesa. Eso hace que haya empresarios que ya trabajen con la posibilidad de dividir, por ejemplo, las bodas en dos celebraciones: una por el día con la familia y otra por la tarde-noche con los amigos. «No sabemos las reglas del juego», concluyen.

Carlos Fernández apunta a otro hándicap en este tipo de eventos: «Mucha gente viene desde otros puntos de España, o en nuestro caso, desde países como México y eso si que ya lo veo algo más complicado de que se puedan celebrar en un horizonte próximo».

La hostelería es uno de los sectores más afectados por el hecho de que se arruine la temporada de eventos en verano, pero no el único. «El verano es una época fuerte de trabajo y sin las bodas después de todo este tiempo en blanco va a ser un golpe fuerte que afrontar, porque es el ingreso más importante en ese período», indica Jesús de Dios, presidente del sector de floristas en Ourense.

Para entender la dimensión de que se pospongan sin fecha este tipo de celebraciones tan solo un dato. En la diócesis de Ourense se celebraron durante el año pasado un total de 935 comuniones.