El jugador del Ourense CF dirige a distancia una pequeña fábrica de espinilleras que se extiende por Brasil
06 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Cassio Moraes de Goes (Sao Paulo, 1993) fue uno de los refuerzos veraniegos de un Ourense CF que comenzó como un tiro la campaña de la Tercera División y logró escaparse junto al Compos en lo alto de la tabla.
Este polivalente centrocampista ya se granjeó en Galicia un gran cartel, en equipos como el Barbadás, Barco y Arenteiro, pero mucho antes había llenado sus maletas de ilusiones para marcharse con solo 17 años a probar fortuna en el fútbol italiano: «Volví a casa, pero durante mi etapa en ese país vi un modelo de espinilleras que no había en Brasil y vi una posibilidad de negocio», rememora el propio Cassio.
Esos artilugios que protegen una zona concreta de las piernas de los futbolistas son conocidas en todo el cono sur americano como canilleras y, en concreto, en tierras brasileñas como caneleiras. El jugador afincado en Ourense creó hace cinco años Profix Sports en su localidad natal, Sao Roque, dentro del estado de Sao Paulo: «Solo vendíamos por Internet, a través de nuestra tienda virtual, pero ahora ya distribuimos nuestros productos en algunas tiendas físicas en distintos puntos de Brasil. Al principio, fue mi abuela la que comenzó haciendo el trabajo de costura, pero con el tiempo fuimos incrementando los encargos y contratamos a otras costureras, con mi madre dirigiendo la producción en Brasil».
Profix Sports comercializa las caneleiras y las portacaneleiras por separado o también en conjunto, como recuerda el propio ideólogo de la marca: «El material de protección es el polipropileno y se colocan en una base textil, de licra, desde hace como un año y medio, además de los colores básicos, también realizamos diseños personalizados con fotos o escudos y colores de distintos equipos, según los encargos que nos hagan».
En su propio caso, el paulista dispone de un modelo con su imagen, acompañada de fotos de sus familiares y amigos. Aun que ya son varios sus compañeros que también las utilizan en el Ourense CF, reconoce que su salto a la importación todavía está complicado, por los costes de los aranceles: «Los impuestos y los gastos de envío no nos salen rentables, aunque cuando podemos traemos algunas. En Brasil sí estamos subiendo las ventas y, aunque las tiendas físicas están cerradas, durante estas últimas semanas han subido los pedidos en la virtual».
Pegado al ordenador, Cassio ejerce de empresario desde el piso que comparte en la ciudad con Pibe (ahora con su familia) y Michel Kolie, pero lo que más le gustaría es volver a jugar y disputarle el título al Compos para pelear por el ascenso. Y es que, aunque el fútbol activo no durará siempre, es su vida dentro y fuera del campo. ¡Estos brasileños!