«La primera vez que monté a caballo tenía miedo, pero me enganché»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

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MIGUEL VILLAR

El jinete ourensano acaba de recibir un reconocimiento en la Gala Hípica Galega

16 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace solo unos días se celebró en A Coruña la vigésimo cuarta edición de la Gala Hípica Galega y Félix Lorente Permuy recibió un reconocimiento público por sus últimos éxitos en ese deporte. Es un homenaje más en una larga lista de triunfos deportivos para el ourensano, que se inició tarde en su pasión por los caballos. «La primera vez que monté tenía miedo pero me enganché», cuenta.

Todo empezó en el 1993 cuando estaba con su familia veraneando en Zahara de los Atunes (Cádiz). Allí ofrecían paseos a caballo y su hijo, que entonces tenía solo tres años, se encaprichó. Como era pequeño, Félix subió con él y ese fue su primer contacto con el animal. De vuelta a Ourense un amigo le habló del club hípico de Monterrei y se aficionó. Pero pronto pasó de la afición al deporte. En el 1995, solo dos años después de empezar a montar, ya estaba compitiendo.

Eligió una disciplina poco común, el raid. «Son carreras de larga distancia. Es como el maratón en atletismo», resume el ourensano, que explica que la preparación es similar: «Hay que salir a entrenar todos los días para fortalecer la resistencia tanto del caballo como del jinete». Los aficionados al raid comienzan con distancias de cuarenta o cincuenta kilómetros, pero el objetivo es llegar hasta los 160. Se trata, como es sencillo de imaginar, de una disciplina muy dura físicamente.

Son muchas horas -en algunas ocasiones más de doce- y los animales son revisados a fondo por veterinarios cada cuarenta kilómetros. Además, los jinetes también necesitan una exigente preparación física y están expuestos a sufrir accidentes como la gravísima caída que protagonizó en el año 2016. Se rompió la pelvis y el hueso sacro y llegó incluso a temerse primero por su vida y, después, por su movilidad. Félix cree que su obsesión por volver a subirse a un caballo le ayudó a salir de aquello. «Yo solo le preguntaba al médico cuándo podría volver a montar», recuerda.

No pensaba volver a competir, pero la recuperación fue tan satisfactoria que sí lo hizo. Y con éxito. De hecho, el reciente reconocimiento de la Gala Hípica Galega se debe a que en el año 2019 recibió la medalla de plata en el campeonato de España de veteranos. Uno de sus objetivos para este año 2020 pasa por repetir participación en esa misma competición, que se celebrará en Vitoria, pero quiere ir más allá y entrena para poder tomar parte en el campeonato de España absoluto, que tendrá lugar en Carmona (Sevilla).

Además tiene mucha ilusión por participar en la liga de larga distancia que acaba de poner en marcha la federación española, porque se premia a los jinetes que siempre compiten con el mismo caballo, algo que beneficia a los aficionados en un entorno cada vez más profesionalizado por la competencia de los árabes.

Tal es su afición por la hípica, que Félix adaptó su vida profesional a esa actividad. Después de años levantando con mucho esfuerzo tres empresas junto a sus socios -todas ellas con sede en tres pisos del mismo edificio del parque de San Lázaro- decidió trabajar por la mañana y entrenar por la tarde. «Esto es algo que engancha», resume.

Nacido en 1955, su relación con Ourense comenzó cuando conoció a su mujer mientras estudiaba la carrera de Económicas en Santiago de Compostela. Cuando se vino a vivir a la capital ourensana reconoce que lo hizo exclusivamente por amor. Su esposa, de la conocida familia Losada, estaba muy vinculada a la ciudad y él no lo dudó. «Estuve muy arropado desde el principio y enseguida me consideré ourensano», cuenta Félix Lorente, que dice que está «encantado y feliz» con la decisión que tomó.

«Estoy deseando ver el parque de San Lázaro sin coches»

«Es una ciudad pequeña, todo está cerca y todo el mundo es muy amable. Ourense tiene una vida fácil», destaca. A él le gusta moverse a pie de un lado a otro y asegura que está «deseando» que el Ayuntamiento ponga en marcha sus planes para peatonalizar todo el centro. Dice que le gustaría mucho ver el parque de San Lázaro, donde tiene sus empresas, libre de coches.