O Barco ampliará la depuradora para tratar el 100 % de las aguas residuales

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

La depuradora fue ampliada en el 2015
La depuradora fue ampliada en el 2015 LOLITA VÁZQUEZ

El proyecto que maneja el gobierno cifra en 840.000 euros el coste de las obras

11 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de O Barco quiere tratar el 100 % de las aguas residuales del casco urbano, A Pobra, O Castro, Vilanova y Viloira. Y para ello necesita ampliar la actual depuradora hasta duplicar prácticamente su tamaño. No es preciso tocar la bombo ni la planta de pretratamiento, que ya quedaron suficientemente dimensionadas en la ampliación anterior; pero sí construir tres elementos nuevos (que ya hay, pero hacen falta otros más): un reactor biológico, un decantador y un espesador de fangos, según los datos ofrecidos por el alcalde, Alfredo García.

El reactor biológico, explicó el regidor, es un depósito muy grande con una zona con aire y otra sin aire en el que trabajan las bacterias. Después de ahí las aguas residuales pasan al decantador, para acabar en el espesador de fangos. Una vez seco, el fango se lleva al depósito y después se traslada en camión a una planta de tratamiento. El agua ya habrá vuelto, a esas alturas, al río Sil. Además de construir estas tres infraestructuras, hay que conectarlas con el resto del sistema de depuración.

Se trata de una obra importante que, según la memoria elaborada desde el Consorcio de Augas de Valdeorras, tendrá un coste de 840.000 euros. Una gran cantidad de dinero que, aún así, no llega para todos los proyectos en materia de saneamiento planeados por el gobierno barquense. Hay otros 79.000 euros previstos para invertir en la depuradora para mejorar su funcionamiento; y otros 90.000 euros para acabar con las inundaciones en la zona de la playa del Oro.

Actualmente, en la playa hay un colector que trae las aguas residuales de A Pobra, pero que cuando el río va muy cargado, hace que la que baja por el aliviadero no pueda entrar en el Sil y acabe saliendo en la zona de viviendas, provocando inundaciones. Sucedió de nuevo en diciembre. «La solución es interceptar ese colector y llevarlo hacia As Areas y después hacia la depuradora», explicaba el regidor. Eso sí, en lugar de hacerlo por dónde va actualmente el saneamiento de As Areas, se creará un nuevo circuito que recogerá también las aguas residuales de la urbanización Las Huertas y la zona del IES Martaguisela. «Queremos que de ahí vaya directamente al colector general, y así el de A Pobra nunca entraría en carga» y se acabarían las inundaciones en la playa del Oro; porque aunque quedaría en la zona el actual pozo de bombeo, se colocará una llave para que pueda salir el agua, pero no entrar del río.

Además, en esa zona hay seis viviendas que tienen un colector propio, en que se colocará un bombeo para enviar a la depuradora sus aguas. Esta actuación tiene un presupuesto de unos 90.000 euros, ya que las obras obligarán a romper toda una calle y después habrá que asfaltarla de nuevo.

«Con todo esto podríamos depurar el 100 % de las aguas que llegan a la EDAR, que ahora cuando no son depuradas, sí pasan un pretratamiento; y además resolvemos el problema de A Pobra», ahondaba García. La ampliación de la depuradora se hará en las parcelas que hay pegadas a la actual. El Concello iniciará una ronda de negociaciones con los propietarios para comprar los terrenos, que en el PXOM ya aparecen como suelo dotacional, por lo que podrían expropiarse.

El Concello enviará el proyecto a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para buscar financiación a través de fondos europeos. El objetivo es que el Ministerio de Transición Ecológica abone el 80 %, mientras que para el 20 % esperan en O Barco contar con la colaboración de Augas de Galicia. No es un proyecto para ya, sino que ahora se inician los trámites al tener la memoria lista. García dijo que espera adjudicar la obra en el 2021.

Control de pozos de tormentas

Por otro lado, el alcalde avanzó que de la liquidación del presupuesto del 2019 se usarán 14.000 euros para colocar telecontroles en los pozos de tormenta, «para saber cuánta agua alivia y en qué días», explicaba García. Hay cinco en el Sil: dos en Viloira, uno a la altura de la calle España, uno en el Malecón por la zona de Abdón Blanco y otro después del Arroyo Mariñán. Aseguró García que son aliviaderos, que no vertidos al río Sil.