Un total de cinco cineastas acudieron a la gala del sábado vestidos por Adolfo Domínguez
28 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Hace ya muchos años que el cine dejó de ser protagonista absoluto de la gala de entrega de los Premios Goya. Hay otro aspecto, también cultural, capaz de generar total expectación entre los seguidores de estos galardones. Se trata de la imagen de los asistentes. Y es precisamente ahí, en el atuendo de los invitados a esta edición, la 34, en donde se ha colado la producción y el diseño de Ourense. Ha sido gracias a Adolfo Domínguez. La marca ourensana se encargó de vestir para la cita de este sábado a cinco cineastas, algunos sin duda de los más importantes de la noche. Lo hizo reivindicando sus orígenes y la atemporalidad de sus diseños, con prendas de su archivo que en algunos casos contaban con hasta 30 años de antigüedad. Es el caso de Benedicta Sánchez. Esta lucense, natural de O Corgo, se llevó a sus 84 el Goya a Mejor Actriz Revelación por su papel en la película de Oliver Laxe, O que arde. La gallega subió al escenario luciendo un vestido negro con cuello cruzado y de inspiración esmoquin, y con la espalda al aire, que pertenece al archivo histórico de la firma. Por debajo llevaba una camisa blanca clásica de estilo masculino.
El equipo de Adolfo Domínguez se decantó por el típico traje negro con pajarita para Luis Tosar. Un conjunto hecho a medida por la marca ya hace dos años. El actor se quedó sin subir al escenario para recoger el Goya a Mejor Actor Protagonista, al que estaba nominado por su papel en Quien a hierro mata. Aún así, las cámaras lo enfocaron en un buen número de ocasiones. No estaba solo, lo acompañaba su pareja, la actriz María Luisa Mayol, que también optó por el diseño de la firma ourensana. Lo hizo con un vestido largo, elaborado en un tejido gris marengo con lentejuelas mate, drapeado, con corte asimétrico en la parte superior y una abertura kilométrica en la falda. Fue uno de los favoritos de la noche.
La productora ferrolana Chelo Loureiro, nominada por el cortometraje Homomaquia, de David Fidalgo, no pudo llevarse el cabezudo a casa pero sí el vestido fluido negro con interior contrastado en blanco, sin mangas, y la chaqueta estilo kimono que lució por encima. Dos prendas icónicas de Adolfo Domínguez. Por último, el actor Emilio Buale, que entregó el premio al Mejor Cortometraje de Ficción, vestido de la firma ourensana, con un traje de chaqueta y pantalón en negro con cuello mao.
