La joven promesa había llegado al club rojillo desde el Nogueira de Ramuín
23 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La UD Ourense nació con la vocación de darle continuidad al legado de su desaparecido predecesor, pero también con la obligación de no repetir errores. El trabajo con la base es uno de sus mandamientos, como la identidad de club de fútbol popular, a la que también se añadía la de ser referente para otras entidades de la provincia. Y el primer ejemplo de todo eso lo protagoniza un niño que mañana mismo cumplirá los catorce años, Mesfín Gómez (Etiopía, 2006).
Su madre, María Loreto, lo adoptó con poco más de tres años y a la hora de velar por su educación optó porque practicara deporte, en concreto el fútbol en el Nogueira de Ramuín. Hace tres años, la familia que reside en el municipio de Pereiro de Aguiar optó por la UD Ourense, como recuerda su padre, Celso: «Nos pareció una entidad adecuada, que trabaja bien con la cantera y con gente como mucha experiencia en el trato con los niños».
Como ourensanista y pese a los problemas de su club para cuadrar entrenamientos sin instalación fija, Mesfín comenzó a incrementar su visibilidad en el panorama del fútbol de categorías inferiores, destacando en los equipos de los rojillos y también haciéndose con más de una distinción individual. Los ojeadores del Dépor enviaron informes favorables y desde Abegondo comenzaron a pensar en la promesa del balompié ourensano. El mismo Celso recuerda el proceso: «Hace ya varios meses que desde A Coruña nos indicaron que estaban interesados. Lo llevamos varias veces para que se entrenara con otros niños en la ciudad deportiva y, aunque la idea era que fichara para la próxima temporada, al final se fue en esta».
El primer paso fue el de garantizar su integración en el nuevo colegio y en la residencia del Fogar Santa Margarita, donde ya se instaló Mesfín, coincidiendo con el que fuera jugador del Ourense CF, Jorge García, otro cazagoles que alterna el infantil blanquiazul con los cadetes. La llegada del joven Gómez Pérez no pudo ser más brillante, puesto que se estrenó con dos dianas en Nigrán, ratificando lo que ya había dejado entrever en la Liga Galega con su anterior equipo.
El niño, que también brilló siempre en sus estudios durante su época ourensanista, sorprendía al aducir frente a los libros que de mayor quería «ser notario» y de momento no se despista, aunque se esfuerza por rendir al máximo también en Abegondo: «Mucha gente me dice que mi juego se parece al de Iñaki Williams, pero a mí me gustan Mbappé y Neymar», para añadir que en su nueva etapa deportivista se encuentra cómodo. «Aquí estoy muy bien, estudio, entreno y juego al fútbol», matiza Mesfín, que ya mira al futuro con perspectiva herculina.