Fútbol con esencia pabellonista

OURENSE

Agostiño Iglesias

El club franjiverde cerró la ronda inicial de su equipo sénior, que reapareció con éxito en la Tercera Galicia

15 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Pabellón Ourense Club de Fútbol es una estructura de cantera en todos los sentidos y de las más reconocidas en Galicia a lo largo de casi cinco décadas de actividad. Aún así, en distintas épocas se echó en falta la continuidad de su equipo sénior, que garantizara algún año más a jugadores que no terminaban de alojarse en el resto de formaciones de la provincia.

Pabellonistas con el caché de Manuel Meiriño, Javier Caldas «Butra» o Alberto González animaron a una directiva que asumió el reto. Y para reaparecer en el mundo del fútbol en una categoría como la Tercera Galicia, recurrieron a gente de la casa. Así lo explica Charli Álvarez, entrenador con amplia experiencia en Os Remedios y en varios equipos más: «El primer paso era el más complicado, pero conseguimos montar el equipo y competir. Creo que todo está saliendo incluso mejor de lo esperado, aunque perdimos el pasado fin de semana con el líder, estamos segundos y debemos pensar en uno de los cuatro ascensos directos».

Para eso, los responsables del club tiraron gente bien conocida en la entidad, algunos incluso dispuestos a olvidar por un momento su edad para enfrascarse en una nueva aventura, vistiendo otra vez la elástica franjiverde. Chicho Mangana regresó con 49 años, Juan Pataco y Alberto ya se plantaron en los 45, con Óscar Vivián muy cerca también de esa cifra. Los nombres son reconocibles por muchos de los aficionados al fútbol en la provincia. Moncho Babarro, Javi Conde, Javi Pataco, Carlos Conde, Loren, Santi, Montero, Álvaro Permuy, Felipe o Schuster, junto a los porteros Ángel y Héctor o a otros jugadores más jóvenes que se subieron al vagón. En la Copa Diputación ya se dejaron ver eliminando al Antela de Primera Galicia. Quizás un recuerdo a aquel otro pabellonista que ganó la séptima Copa Diputación en la categoría sénior. Fue en el lejano 1987, bajo la dirección de Cándido Gómez y con goles de Martín, Barbosa, Baliño y Manuel Dopazo, toda una vida ligada al club la suya.

Volviendo al actual equipo, el mismo Charli admite: «Debí entrenar al noventa por ciento de ellos con anterioridad. A algunos los pillé en benjamines y alevines y a otros ya como adultos. El tiempo dirá hasta donde llega este equipo, pero la idea es la de darle continuidad».

Y es que el histórico club franjiverde acaba de dar un giro a su cúpula con la llegada de Francisco Doforno -otro con alma pabellonista- a la presidencia. El que fuera jugador del Atlético de Madrid y figura importante en la eclosión del fútbol sala nacional, le dará nuevos aires a una entidad que le tira lo suyo.

De momento, Álvarez Méndez acentúa también el hecho de que la campaña del regreso le mostró que «la mayoría de los equipos se muestran ilusionados en jugar ante el Pabellón, en la categoría hay equipos bien organizados y los que, por desgracia, no lo están tanto han sido respetuosos y juegan para divertirse, nunca hubo problemas».

«En cada jornada estamos mejor»

 El de Juan Pataco (Ourense, 1974) fue uno de los retornos más sonados en la idea del Pabellón CF de poner en marcha un equipo sénior, en el que se mezclan distintas generaciones del club franjiverde. Junto a su hermano Javi -con el cual también coincidió en la élite nacional del fútbol sala- y otros compañeros, descolgó las botas para arrimar el hombro en la Tercera Galicia. Volver a empezar.

-¿A qué edad llegó al Pabellón?

-Creo que fue a los diez y estuve hasta los juveniles de Liga Nacional. Después me marché al Lalín y también jugué en el Puente antes de dedicarme al fútbol sala.

-¿Y cómo está resultando la experiencia?

-De maravilla, estamos todos muy contentos de lo que estamos consiguiendo y además hacemos deporte, que no nos viene nada mal.

-¿Costó mucho embarcarlo en este proyecto?

-Lo veníamos hablando desde hace unos meses, con gente como Meiriño, Butra y Albertito. Sabíamos que el ambiente iba a ser bueno y en cada jornada estamos mejor. Aunque también es verdad que jugar en un campo como este sintético es mucho más fácil que lo que teníamos cuando éramos más jóvenes.

-También ha compartido campo con algún juvenil.

-Nos viene bien que echen una mano, porque no estamos para muchos trotes. De paso los ayudamos en lo que podemos. El ambiente es excepcional y todos nos estamos divirtiendo. Fue una gran idea volver a jugar juntos.