«Axudounos Dios. O home circulou en sentido contrario 8 ou 9 quilómetros e había moito tráfico»

M. Rodríguez OURENSE

OURENSE

Atlas

El camionero José Alberto Torres salvó la vida de un conductor octogenario que se confundió al entrar en la autovía en A Gudiña y la de los otros usuarios que circulaban por la A-52, arriesgándose a parar el vehículo de noche a pie de calzada

08 ene 2020 . Actualizado a las 19:10 h.

La Guardia Civil de Tráfico de Ourense ha destacado por «heroica» la intervención de un conductor -chófer profesional de camión- que consiguió parar a otro que iba circulando en sentido contrario por la autovía. Ocurrió este viernes a las 5.15 horas de la mañana. El chófer había dejado su camión de trabajo en su base Benavente y conducía su turismo particular en dirección a su domicilio, en Caldas de Reis. En O Cañizo, cerca de A Gudiña, se percató de que un vehículo iba circulando en sentido contrario por la calzada dirección Benavente.

Según informó la Guardia Civil, primero, el conductor intentó avisar al otro de que estaba yendo al revés. Se le puso en paralelo, le dio las luces varias veces pero el infractor no se detenía, bien porque no entendía qué pasaba o no lo veía. Puede ser que el conductor que iba circulando equivocadamente no viese bien ya que era de noche y había niebla en la zona. Después, tras ser infructuosos los primeros intentos, el chófer (José AlbertoTorres Fontán, de 35 años) le adelantó, detuvo su coche en un punto seguro, se puso el chaleco reflectante y cogió una linterna. Así equipado cruzó su carril de la calzada y la mediana y se puso a hacer señales a los vehículos que circulaban para que se detuviesen. Así consiguió también que parase el vehículo infractor.

De esta manera, consiguió salvaguardar a los demás de un posible accidente, aún arriesgándose personalmente. «Puido haber a de Dios. O home circulou en sentido contrario durante oito ou nove quilómetros e había moito tráfico, de portugueses que retornaban tralas vacacións. Axudounos Dios. Cando o vin chamei ao 112, tratei de facerlles señas a el e aos outros conductores e conseguín paralo na saída da Gudiña, no 128», relata José Alberto. Esperó a que llegaran los agentes de tráfico. «Cando o mirei, o home estaba desorientado, non sabía onde estaba. A cousa saliu ben, pero a vida andoulle ao 50 %. Eu fixen algo que se lle faría a calquera persoa. Ando todos os días na estrada e sei o que é atopar un accidente gordo e a impotencia de non poder facer nada». 

Respecto a su intervención para parar al coche infractor, explica: «Crucei o meu carril dirección Vigo e mentinme na mediana ata lcoalizar ao home. Non foi difícil, el colaborou, aínda que costou algo sacar o coche da estrada.Saqueille as chaves do coche e sinaleicei o lugar onde estaba, que xa era fóra da calzada».

No es una maniobra que aprendan a hacer como conductores profesionales, precisa, sino que lo hizo por «instinto». «Vas acumulando experiencias na estrada. Levo conducindo desde os 18 anos e quédanse cousas. Son detalles que vas aprendendo pouco a pouco. En Sevilla tiven unha experiencia desagradable, había dous axentes de tráfico coas súas motos nunha estrada perigosa con cambio de rasante e atravesei o camión para que puidesen traballar: Alí había un accidente con tres mortos nun coche. Iso é moi duro».

Sobre el riesgo que él mismo corrió, dice que hay que asumirlo pero apunta que sirvió para no tener que lamentar un accidente grave más. «O mellor é que non pasou nada e o home está na súa casiña, iso é o que me enorgullece, nada máis», dice José Alberto, natural de Vilagarcía de Arousa, que este martes ya se encontraba en Barcelona, cargando su camión para otro viaje a Andalucía.

El conductor que se equivocó, de 88 años, se había incorporado de forma errónea a la autovía, a contrasentido. Las autoridades de Tráfico le han propuesto para un examen extraordinario de sus condiciones psicofísicas para conducir. 

El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense ha querido reconocer «este tipo de conductas solidarias con el resto de los conductores, a la vez que se hace un llamamiento a la prudencia en caso de verse en la necesidad de actuar de forma similar, toda vez que las actuaciones a pie firme en las carreteras son muy peligrosas para quien las ejecuta».