El actor Roberto Quintana interpreta a Max Estrella en «Luces de Bohemia», a las 20.00 horas en el Principal
21 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El Teatro Principal trae de nuevo a Ourense a uno de los clásicos de la dramaturgia más propia: la de Valle Inclán. Lo hace con «Luces de bohemia». Con el esperpento, la vida y la muerte, con Max Estrella. Tendrá lugar este sábado a las ocho de la tarde y la Compañía de Teatro Clásico de Sevilla es la encargada de ponerla en escena. Alfonso Zurro dirige a un elenco compuesto por los actores Manuel Monte Agudo, Juan Motilla, Antonio Campos, Juanfra Juárez, José Luis Bustillo, Amparo Marín, Rebeca Torres y Silvia Beaterio. En el centro de la historia y como Max Estrella está el sevillano Roberto Quintana que afirma que no podría estar más feliz con su papel.
-¿Cómo es interpretar a un personaje como Max Estrella?
-Hay una cosa que para mí es esencial: cuando tienes delante un texto con esa historia tan enorme encima y con un personaje tan bien escrito, nada puede salir mal. Para mí esta es la obra culmen del teatro español del siglo XX. Es un personaje grandioso, comparable al rey Lear, de Shakespeare, que también he tenido la oportunidad de interpretar. Para mí ellos dos representan la historia del ser humano sobre la tierra. Son personajes que lo contienen todo: aman y odian al mismo tiempo, son viejos pero tienen una energía enorme, sus relaciones familiares son fantásticas y un desastre a la vez.. Y además, en el caso de Max tiene una especie de padrinos que son por un lado el Quijote y por otro lado, la historia del propio Jesucristo. «Luces de bohemia» no deja de ser una especie de viacrucis laico.
-Aún así no quiere asumir el papel protagonista...
-No puedo, porque XXX. Y es así, de verdad, tú al Quijote no le puedes entender sin Sancho Panza; ni a Jesús sin los apóstoles. Los personajes que rodean a Max Estrella son imprescindibles y, sobre todo también, a la hora de hablar de la teoría del esperpento.
-Háblenos de esta versión de «Luces de Bohemia».
-La obra es totalmente gallega de raíz, aunque está escrita en Madrid. Es la última noche de un personaje totalmente fascinante. En este caso el director, Alfonso Zurro, ha hecho una cosa muy interesante que es poner las tres últimas escenas que son, redondeando, el entierro de Max Estrella al principio. De este modo, el espectáculo funciona como una especie de «flashback», todos sabemos que el personaje se va a morir pero eso no es lo realmente importante. Además, en esta versión, el propio Valle Inclán sale en escena. La obra tiene una gran contemporaneidad a pesar de ser uno de los grandes clásicos, por un lado es hermoso que repitamos lo que ocurrió ya hace siglos, pero por otro es un desastre que no seamos capaces de evolucionar.
-Han introducido la obra en el teatro clásico...
-Sí, la compañía ha metido a Valle Inclán en la nómina de los clásicos universales. Esa lista paraba antes de Chéjov y ellos se han lanzado a montar una obra del gallego. Creo que es el autor más grande del teatro español e incluso uno de los más grandes en Europa, el problema es que como creaba lenguaje es dificilísimo de traducir.