Pese a sus carencias en la rotación, en el rebote y en la anotación, los ourensanos soñaron con el triunfo en el último cuarto
13 dic 2019 . Actualizado a las 23:14 h.SEortó la racha de tres victorias consecutivas. El COB comenzó una serie de cuatro partidos ante rivales candidatos al ascenso, equipos con mayor potencial económico, de calidad y, sobre todo, de rotación que el ourensano; y en el primero, ante Melilla, el conjunto cobista no pudo más que competir con sus escasas armas tácticas, lo que le sirvió para tener opción de victoria hasta los segundos finales. Fue más por los desaciertos del conjunto melillense.
Realmente el COB solo fue mejor en el primer cuarto, en el que Gonzalo García mostró casi todo su arsenal táctico, y en el que se topó con la realidad de las enormes limitaciones en su equipo en la rotación, las carencias en el rebote y las escasas vías de anotación en jugadores referencia.
Edu Martínez y Ott que, junto con Wood, estuvieron con un nivel de acierto en el tiro y de aportación ofensiva a la altura de lo que necesitan los cobistas para poder competir y estar en partido, comenzaron a anotar desde el triple. Balaban lo hizo en posiciones interiores, y de ahí el 4-10 tras los primeros cuatro minutos de partido.
Sin embargo, comenzó la sangría con el rebote de ataque melillense y por un mal balance defensivo lo que costó canastas fáciles. El poderío de Sidibe en la zona, junto con la aparición de Bulic, al tiempo que Van Wijk sumaba su segunda falta personal, hicieron aflorar problemas de difícil solución para los ourensanos.
Gonzalo García apostó por las alternativas defensivas zonales y junto con la aparición de Tshikaya, que lució en ataque aportando rebote y anotación, logró impedir que Melilla se llegase a poner por delante en todo el primer cuarto (21-21).
Pizarra y triples
Sin embargo, a partir de ese momento y hasta el último cuarto, el COB fue inferior a Melilla producto de sus limitaciones. Los ourensanos vieron como a los de Alcoba solo les hacían falta destellos de Agada, Matulionis, Misters y el regular Sidibe para ir aumentando su ventaja, que ya era de nueve al descanso (42-33). Mientras, el dominio en el rebote de ataque comenzaba a ser determinante.
Lo intentó tras el descanso Gonzalo García jugando muchos minutos con dos bases y limitando su rotación a siete jugadores, sin Pluta, que no jugó ni un minuto y sin Tshikaya, que se ganó el banquillo con desaciertos defensivos y faltas sin sentido. El resultado era que Melilla jugaba a placer y que la diferencia llegó a los 15 puntos de máxima (63-48).
Pero quedaba un último as en la manga para el COB. Una zona 2-3, presionante por momentos, dio sus resultados y quitó del partido a Melilla, demostrando que en los banquillos la victoria era apabullante para el cobista.
Wood, Edu Martínez y Ott sacaron su arsenal triplista y se soñó con el triunfo hasta que a falta de 44 segundos, Alvarado falló un triple con 74-71. Y todo ello después de conceder 20 rebotes ofensivos.
Al menos el COB compitió y dejó un corto average para el partido de la segunda vuelta. Difícil hacer más con tan poco, mientras se espera la vuelta de Serrano y de algún refuerzo.
Javi Marín (10), Agada (8), Matulionis (8), Ucles (10), Sidibe (12) ? cinco inicial- Luke (2), Misters (15), Bulic (11), Hartwich (4), Ballespín (0).
Alvarado (9), Ott (9), Edu Martínez (13), Van Wijk (8), Balaban (14) ? cinco inicial- Figueras (4), Tshikaya (5), Manu Vázquez, Wood (12).
Árbitros: Munar Bañón, Langa de Martín y Marqueta García. Sin eliminados.
Parciales por cuartos: 21-21, 21-12, 21-18, 17-24.
Incidencias: Text Pabellón de Deportes Javier Imbroda, de Melilla. 300 espectadores.