2000: El Concello de Ourense acogía la primera «boda» homosexual que se celebró en Galicia

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También eran noticia la contaminación del río Miño y la participación de Marisa Paredes en el Festival de Cine

08 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En el año 2000, Ourense no solo fue protagonista por sufrir las consecuencias de uno de los temporales más intensos de los últimos tiempos, también lo fue por algo mucho más positivo. En el Concello tuvo lugar una de las primeras bodas simbólicas entre personas del mismo sexo.

sociedad

Alberto y Lázaro oficializan su amor. Alberto Blanco y Lázaro González se daban un más que simbólico «sí, quiero» el 6 de octubre del año 2000. Lo hacían en el salón de plenos del Concello de Ourense en una ceremonia oficiada por el concejal Alexandre Sánchez Vidal, recientemente fallecido. Aunque lo que oficialmente hicieron Alberto y Lázaro fue inscribirse en el registro de parejas de hecho del Ayuntamiento, a ello lo acompañó una boda simbólica en la que no faltó el baño de arroz, el retraso de uno de los novios y, por supuesto, el amor y la emoción. Fueron los primeros homosexuales inscritos en Galicia en un registro de parejas.

medio ambiente

El agua del Miño está contaminada. Las aguas del río Miño sufrieron a lo largo del año 2000, una alta contaminación microbiológica por los vertidos de aguas fecales y residuos orgánicos. Ourense y Ribadavia, junto a Lugo, fueron las zonas más afectadas. La zona peor parada de la provincia fue el entorno de Eirasvedras, a unos cinco kilómetros de la salida de la ciudad, donde se detectó una importante colonia de salmonella, bacterias coliformes, fecales y totales. Tras analizar estos resultados se llevó a cabo un plan de saneamiento integral.

Cultura

Marisa Paredes, estrella del Festival de Cine. Marisa Paredes, una de las musas de Pedro Almodóvar, hizo de madrina en este año del Festival Internacional de Cine de Ourense. De esta forma se convirtió en la estrella de la apertura de la quinta edición del certamen. La proyección de la película Sin dejar huella dio la salida a una semana en la que la ciudad de As Burgas se convirtió en el epicentro de proyecciones de cine indepeniente.