La Cruz Roja ponía en marcha el servicio para ayudar a las personas que vivían solas
07 dic 2019 . Actualizado a las 19:36 h.Unos cuarenta ancianos se benefician de la teleasistencia a domicilio de Cruz Roja. Un medallón que llevan colgado al cuello, un teléfono «manos libres» y un ordenador con todos los datos de la persona permiten a esta organización estar en contacto con los ancianos. Con solo apretar el botón del medallón el ordenador de Cruz Roja recibe la llamada y el anciano puede pedir ayuda en caso de necesitarla. Los beneficiarios reciben visitas periódicas de los voluntarios para ver cómo se encuentran, o si precisan algo, y la Cruz Roja les llama al menos dos veces al mes. La asociación instaló este servicio en 1989, y desde el pasado año está en funcionamiento en Ourense. El coordinador del programa, José Manuel Gómez, reconoce que la teleasistencia «quita mucha angustia tanto a ellos como la familia, que a veces no puede quedarse en casa por si ocurre algo». Uno de los sanitarios de Cruz Roja incide en que «estas personas se encuentran muy solas y tienen miedo a que les pase algo.