Los goles de Carlos y Iago Blanco redondearon el buen trabajo de todo el equipo ourensanista
01 dic 2019 . Actualizado a las 20:32 h.La UD Ourense continúa sólida en casa y venció con claridad al Estradense: 2-0.
Salió con una actitud más aguerrida el plantel de Alberto Mariano, que ganaba los balones divididos y se hacía con el control del esférico. Llegaba con fluidez el once visitante a la frontera del área, pero los ourensanistas cerraban bien. Solo un aviso del lateral Fafu o un libre directo de Brais Vidal, desviado por Ángel Díez, inquietaron realmente la meta local. Entre medias, Tiago no encontró puerta en su disparo desde la media luna, pero antes de cumplirse la media hora, fueron los hombres de Currás los que abrieron la lata. Llegó un centro de Tiago, que hizo diagonal hacia la izquierda, y Carlos recortó a Martín, para alojar el balón cruzado lejos de las manos de Adrián Cascallar.
El gol reforzó la confianza de los rojillos y plantó cierto desasosiego en los estradenses, aunque el partido se dormía por momentos. Los de casa no volvieron a disparar a gol, hasta que Alfredo lo hizo desde lejos, una intentona que se le marchó alta, pero aún quedaba tiempo para anotar el segundo. Esta vez centraba Champi, también desde el flanco zurdo, los visitantes no despejaron bien y fue Iago Blanco el que la empaló pegada a un palo de la meta de Adrián. El pundonoroso Fafu respondió en la portería contraria, pero aún resultó más clara la opción de Hugo García, que no acertó a transformar la entrega de Rubén Durán.
Los forasteros tenían que seguir empujando y lo cierto es que los ourensanistas volvieron a ceder el esférico en muchas fases. El Estradense pidió manos de Gabi Sanín dentro del área, pero el árbitro no interpretó penalti y sus intentonas se limitaron a acciones de estrategia y balones colgados que no llegaban a un Borja Míguez demasiado aislado casi siempre. Hugo García y Rubén Arce no concretaron bien en el otro extremo del campo y la última andanada de un rival que no se rendía contó con dos disparos de Rodrigo y Brais Calvo, que resolvió bien un seguro Ángel Díez que dejó puerta a cero.