Quince minutos por una carretera del siglo pasado

Rubén Nóvoa Pérez
rUBÉN NÓVOA OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Ruta por la antigua nacional debido al desprendimiento en la N-120
Ruta por la antigua nacional debido al desprendimiento en la N-120 MIGUEL VILLAR

FIN A 20 DÍAS DE CALVARIO. El cierre de la N-120 por un desprendimiento durante veinte días hizo que conductores y camioneros sufrieran las consecuencias de unas rutas alternativas en mal estado o con un gran rodeo. Desde hoy se reabrirá un carril de paso alternativo en el punto kilométrico 563,100.

29 nov 2019 . Actualizado a las 13:28 h.

El corte de la N-120 por un derrumbe, en el tramo que se utiliza como conexión entre la capital ourensana y la comarca de Valdeorras, lleva directamente a los conductores que diariamente tienen que hacer ese recorrido al siglo pasado. Durante estos veinte días son muchos los veteranos pilotos que recuerdan batallitas de los años sesenta y setenta al tiempo que se preparan para un recorrido de nueve kilómetros llenos de sobresaltos.

La aventura comienza a escasos metros de la presa de Velle, cuando el corte de la carretera obliga a los conductores a salirse del vial por un paso inferior. Si viajas en un turismo, la ruta que te queda es por la N-120 A, la antigua vía de comunicación con el oriente ourensano. Durante un período de unos quince minutos, los viajeros se enfrentan a una carretera sinuosa, con acentuadas curvas, con una calzada más estrecha de lo recomendable para la seguridad y que durante estos días está masificada, con un trasiego de vehículos que ya no recordaban los vecinos de núcleos como Velle o Vilariño. Pese a lo sinuoso del trazado, en la mayoría del recorrido está vigente una línea discontinua que en algunos casos se mantiene en zonas de escasa visibilidad, lo que ha provocado numerosos sustos.

Nada más coger el desvío en la ciudad, llega la primera zona reducida a 50 kilómetros por hora durante todo el núcleo urbano de Velle. En esta primera fase del viaje, las largas rectas ayudan a hacer más llevadero el rodeo.

Cuando llega el momento de reincorporarse a la N-120, a al altura de Frieira (Concello de Pereiro de Aguiar), llega una última sorpresa para el conductor, ya que el último tramo se encuentra sin señalizar y en un recorrido con una fuerte pendiente, no exenta de baches.

La señalización sobre el desvío durante todo el trayecto es adecuada y mejoró con respecto a los primeros días del corte de tráfico, donde no estaba tan clara.