Premios que hacen patria en O Carballiño

X. M. Rodríguez / Pablo Varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Miguel Villar

El Aparthotel Arenteiro acogió la entrega de premios a Iván Docampo y Miguel García. También se reconoció al fallecido Elixio Villaverde

30 nov 2019 . Actualizado a las 16:59 h.

Tres premios para tres figuras representativas en la comarca del Arenteiro. El atleta Iván Docampo, el profesor Miguel García y el investigador Elixio Villaverde, fallecido el año pasado, fueron los protagonistas de los Premios Arenteira 2019 en el Aparthotel Arenteiro, que acogió la entrega de los galardones desde las 20:30 horas de este viernes. En el acto se entregaron los homenajes correspondientes a las modalidades de Cultura y Ciencia, Deporte y Título Póstumo.

Santi M. Amil

«Que se acuerden de uno es una gran satisfacción»

Los premios que cada año otorga el Aparthotel Arenteiro dan protagonismo a la faceta deportiva, con galardonados de la talla de los exfutbolistas Cesáreo Rivera y José Carballeda o el piloto automovilístico José María Martínez Magdaleno, entre otros. En la octava edición de los galardones el premio en este apartado recayó en el atleta Iván Docampo (Ribadavia, 1982). El ribadaviense lleva años vinculado al deporte y ha participado en pruebas de diferentes modalidades: desde los 5.000 metros al maratón, pasando por el cross. A lo largo de estos años ha sido uno de los asiduos en pruebas de atletismo de toda Galicia y en su condición de guardia civil se ha distinguido por sus resultados en los campeonatos militares, acudiendo en su día al mundial de Corea en el 2015 para participar en el maratón. Hace meses que está destinado en Tarragona, desde donde viajó hasta O Carballiño para recoger el galardón.

-¿Cómo valora el reconocimiento?

-Fue una sorpresa, y como acontece cuando no te esperas algo, lo valoras de una forma muy positiva. Que se acuerden de uno siempre es una gran satisfacción.

-¿Desde cuándo está vinculado al atletismo?

-Empecé a practicarlo a los 14 años y desde entonces sigo vinculado a este deporte. También hice esquí de fondo durante cuatro años.

-¿Siempre ha estado vinculado a la competición militar?

-No. Estuve en el equipo del Atletismo Ourense durante años, hasta el 2010, y después en la Ximnástica de Pontevedra hasta el 2017. Participé de forma regular en pruebas deportivas, además de hacerlo en la competición militar por mi condición de guardia civil. Fui varias veces campeón gallego de cross y conseguí varios subcampeonatos. También fui campeón de 20 kilómetros marcha y cuarto de España.

-Ha participado en pruebas de 5.000 y 10.000 metros, cross, cinco kilómetros en carretera y maratón. ¿En qué modalidad se siente más cómodo?

-El cross me gusta. También participar en pruebas de cinco y diez kilómetros.

-Ha participado en varias ocasiones en la San Martiño. ¿Cómo fue la experiencia?

-Acudí varios años a la prueba ourensana. Mi mejor puesto en la San Martiño fue en el año 2013, que quedé entre los diez primeros: no recuerdo si entré de quinto o sexto.

-¿Se ha reincorporado a la competición?

-Sí. De hecho he ganado una prueba de 10.000 metros recientemente en Tarragona, donde llevó ocho meses. Tuve una lesión y en el 2017 me operaron, no sabía si volvería a competir pero así ha sido.

MIGUEL VILLAR

«Es un reconocimiento al trabajo desde el año 1983»

Miguel García (Cea, 1949) sigue siendo el hombre de las 11.00 horas. Cada día, la estación meteorológica de Cabanelas recibe su visita desde hace 35 años, cuando se inauguró. Desde entonces, no ha dejado de recoger datos y ofrecerlos a nivel comarcal, autonómico y nacional. Pero este profesor del IES Chamoso Lamas, ya jubilado, se enorgullece en concreto de haber dejado su semilla entre sus alumnos. Alguno de ellos estudió posteriormente Física e Ingeniería Aeronáutica. Suyo es el premio en la modalidad de Cultura y Ciencia, reconocimiento a su legado de toda una vida.

-¿Cómo se siente tras recibir el premio?

-Es un reconocimiento a una investigación que comencé en el año 1983, como una práctica pedagógica para los alumnos. Al año siguiente ya empezamos a colaborar con el Instituto Meteorológico Nacional, siempre con dos vertientes: una, desde el aspecto de la enseñanza para las clases de física en el instituto; y otra social, porque los datos homologados sirven para saber cómo evoluciona el clima de la comarca.

-¿Qué tipo de estudios realizaron en la estación de Cabanelas?

-Se han llevado a cabo registros de temperatura y precipitaciones. La estación se automatizó de forma parcial en el año 1990. Después, se comenzó a medir el cambio en los vientos, la radiación y las horas de sol. Pero la idea inicial fue simplemente montar una práctica para complementar las explicaciones de clase a los alumnos del Chamoso.

-¿Por qué siguió en contacto con la estación tras jubilarse?

-Llevo casi diez años jubilado desde que dejé el centro en el año 2010, pero solicité a través de Inspección Educativa que se permitiese seguir trabajando en la estación hasta que hubiese un relevo.

-¿Y lo ha encontrado?

-Sí. Diego Reboredo, un chico de 40 años que ya era compañero en el centro de servicios meteorológicos, tiene interés en hacerlo. Y después de 35 años, parece que se vislumbra un recambio generacional que para mí es una satisfacción.

-¿Ha percibido cambios en el clima de la comarca durante los años de actividad?

-Esta estación tiene unas características vinculadas al entorno. En las ciudades, el asfalto y empedrados influyen en el clima. En esta, lo que se observa es un pequeño aumento de las altas temperaturas. Y que las precipitaciones este año no han llegado a la media anual todavía.

-¿Alguno de sus alumnos ha seguido sus enseñanzas?

-Siempre hubo quien se implicaba e incluso en verano iba a tomar datos. Sé que alguno estudió después Física.