Los okupas hacen de arrendatarios de los locales vacíos de la plaza

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

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Cándida Andaluz

El Concello enviará este jueves un nuevo escrito al juzgado para acceder a los espacios donde algunos viven desde hace un año

14 nov 2019 . Actualizado a las 07:52 h.

La situación es cada día peor. Los okupas se han hecho con los locales vacíos de la plaza de Abastos sin que, por el momento, nadie haya presentado una solución. A mediados del 2018, cuatro meses después del traslado de todos los comerciantes al recinto provisional de la Alameda, llegaron los primeros. De esto hace año y medio y han conseguido poco a poco hacerse con la mayoría de los locales. Tanta es la impunidad que algunos ya alquilan a otros okupas los espacios, según explican desde la gerencia de la plaza de Abastos. Son arrendatarios de un espacio que no es suyo. Han enganchado la luz al suministro público y hacen su vida en esta zona, llena de basura, suciedad, colchones quemadas y escaparates totalmente rotos. Algunos, incluso, han vallado con madera su espacio, en donde tienen animales, o han pintado las paredes.

El Concello de Ourense, propietario de estos locales, que se cedían en régimen de concesión, estudia todavía qué solución puede tomar para desalojar a los okupas de la zona, que se ha convertido en un centro de trapicheo en la ciudad. Este jueves enviarán un nuevo escrito al juzgado -ya lo hicieron el pasado mes de octubre y no consiguieron desalojarlos, para poder acceder- ya que algunos que llevan más de un año viviendo en los locales aseguran que son de su propiedad. Una vez que se consiga que abandonen la zona, esta se vallará para evitar que vuelvan a entrar. Todavía no hay fecha.

La presencia de la policía, tanto Nacional como Local, es continua en la zona debido a las peleas, algunas entre bandas que quieren hacerse con este espacio. Una de ellas tuvo lugar el pasado 3 de octubre, cuando varios hombres armados con bates y navajas se enfrentaron por, al parecer, una deuda de droga. Días antes, por el mismo problema, plantaron fuego a un local, teniendo que actuar los bomberos de la ciudad. Esta inseguridad se ha trasladado a la zona de la Alameda donde, señalan los comerciantes, se ha incrementado en los últimos meses la presencia de toxicómanos.

A esto hay que añadir los destrozos que ha ocasionado en todos los locales e incluso en el edificio principal de la plaza, cuyas ventanas y puertas han tenido que se selladas, para evitar que sigan entrando. El Concello de Ourense también ha tenido que cortar el suministro eléctrico del edificio principal; se habían enganchado a la luz, con el peligro que podría suponer.