Ricardo Sánchez tiene una ceguera casi total y sueña con dedicarse a la música electrónica
14 nov 2019 . Actualizado a las 15:00 h.Ricardo Sánchez es un ourensano de 39 años que debido a una causa genética hereditaria es ciego. Algo que no le ha impedido desarrollar sus inquietudes artísticas, en principio. Ricardo lleva desde hace más de veinte años formando parte del grupo de teatro Muxicas, de la ONCE. El problema es que desde hace unos pocos años menos, quiere ser disyóquey y no encuentra la manera de conseguirlo. «La música es mi pasión y me encantaría saber pincharla», explica. Por tres motivos: «La electrónica es lo que más escucho, me ayuda a tener la cabeza ocupada y además me gustaría superarme a mí mismo porque han sido muchos los que me dijeron que no podré hacerlo». El único impedimento es que no ve la pantalla del ordenador y no sabe cómo suplir este problema.
Ricardo ha intentado hablar en numerosas ocasiones con disyoqueis de la ciudad. «Cada dos meses salgo de noche y me acerco por los locales en los que hay artistas pinchando para pedirles ayuda aunque la historia siempre se queda en nada», admite. A lo largo de este tiempo también se ha puesto en contacto con el músico Pascal Kleiman, que perdió los brazos y pincha con los pies, o con el también invidente DJ Shemma, con el fin de informarse sobre dónde y cómo puede aprender a pinchar él mismo. La mesa de mezclas ya la tiene en casa y algo de formación también. «En el 2017 participé en un taller en Lusquiños de música electrónica, sobre minimal concretamente. Fueron cuatro semanas increíbles», cuenta. Las clases teóricas las afrontaba sin mayor complicación pero en las prácticas necesitaba que alguien se encargase de leerle la pantalla. «Así era fácil», dice. Ricardo quiere superar su adversidad y ser disyóquey.