Okupas provocan un fuego en un piso de Ourense

Cándida Andaluz Corujo
C. Andaluz OURENSE

OURENSE

Cándida Andaluz

El propietario denunció hace varios meses que la vivienda había sido ocupada de forma ilegal

24 oct 2019 . Actualizado a las 19:37 h.

Fue casi un incendio anunciado. Desde hace meses el propietario de un piso situado en el centro de la capital ourensana viene denunciando la presencia de okupas en su vivienda de la calle Celso Emilio Ferreiro. No solo ha puesto en manos de la justicia su desalojo sino que ha comunicado a las compañías de gas y luz los enganches ilegales, sin que hasta el momento se hayan tomado medidas, aunque afirma que el del contador de la luz presenta un serio riesgo de incendio. Pero el de la mañana del jueves no se produjo en este lugar, sino en un colchón. Fue alrededor de las dos de la tarde cuando una persona avisó de la presencia de humo, que salía por la ventana de uno de los dormitorios de la casa. Al llegar los bomberos al lugar ya no había nadie dentro de la vivienda y sofocaron las llamas en poco tiempo, no llegando a afectar a toda la habitación. Pero dentro se encontraron un piso destrozado, lleno de basura y con un olor nauseabundo.

Hace más de un año que el propietario del piso tuvo que lidiar con otros okupas que se instalaron en el segundo piso del mismo edificio. Tras varios meses de disputa judicial consiguió que los desalojasen. Fue entonces cuando se desplazaron dos pisos más arriba, alojándose en el cuarto. Actualmente, en el inmueble de cinco plantas vive solo una persona, en el tercero.

Según relata el propietario, lleva cuatro meses intentando que los okupas se vayan de su casa. Los vecinos de la zona señalan que por el piso pasan diferentes personas, que van cambiando con el tiempo, y hay menudeo de droga. Es más, afirman que en más de una ocasión, la Policía Nacional ha acudido a la vivienda. La última, horas antes de declararse el incendio. Además de haber okupado la vivienda, se han enganchado a la luz del portal. La mantienen encendida durante todo el día colocando un palillo en el interruptor, para poder utilizarla en la casa. Además, de una de las ventanas que da a la céntrica calle, sale un tubo que conecta directamente con la bajada de las aguas pluviales.

Impunidad

«Desde que se cambio el Código Civil y la ocupación ilegal dejó de ser un delito grave, la situación es peor. Se salda con una mula y si son insolventes, se perdona», afirma el propietario. Señala, además, que ha tenido que ir por lo penal para intentar resolver esta situación lo antes posible. «En la anterior ocasión, a los okupas les dieron cinco días para acreditar que no estaban de forma ilegal, cuando les deberían de dar cinco minutos», señala.

Es tanta la impunidad, afirma, que incluso tras el incendio alguno de los ocupantes de la vivienda regresó al piso a coger alguna pertenencia. La presencia de okupas en este edificio es conocida por muchos vecinos y propietarios de negocios de la zona. Algunos comentaban que se les ve subir y bajar continuamente y que también es habitual la visita de la policía. «¿Qué haces si te pasa esto en tu casa?», se preguntaba el propietario del piso, que por lo menos se alegraba de que el incendio quedase solo en un susto y le diese la oportunidad de poder entrar en su casa y cambiar la cerradura.