Las mujeres ourensanas endosan dos goles al cáncer de mama bajo la lluvia

Pablo Varela Varela
p. varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

La EFF Rosalía y un combinado local se midieron en el campo de fútbol de los Salesianos

19 oct 2019 . Actualizado a las 21:57 h.

El saque de honor con la cantante Lucía Pérez fue un pequeño aviso de a lo que enfrentaron el combinado de mujeres ourensanas y las jóvenes de la Escuela de Fútbol Femenino Rosalía al mediodía de este sábado. Los charcos de agua dificultaron la circulación del balón desde el primer minuto, pero no importó.

El partido solidario contra el cáncer de mama congregó a cerca de 200 personas en torno al campo de césped sintético de los Salesianos. La mayoría, resguardados bajo sus paraguas por la intensa lluvia que caía. Sin embargo, en el verde casi todo eran sonrisas, algunas manos sobre las que las jugadoras exhalaban su aliento para calentarse antes de empezar; y otras, que tomaron al pie de la letra el mensaje de que era un día para mostrar fortalezas, saltaron al campo en manga corta.

Fue un partido clásico del norte. Y no solo por las inclemencias del tiempo. Sobre el tapete se vio lucha y presión, especialmente por las jugadoras de la Escuela de Fútbol Rosalía, que a falta de meterle un gol a la enfermedad quisieron endosarle dos. Las autoras fueron Noui y Sabela, que a buen seguro guardarán en su memoria este instante.

Al fin y al cabo, el objetivo menos relevante de la cita era el resultado. En las filas del Rosalía se veían caras de veteranía, pero también de niñas con toda la ilusión del momento. Frente a ellas, caras conocidas de la política local y autonómica como Montse Lama, de Ciudadanos, y Noela Blanco, del PSOE. El saque de honor le correspondió a la alcaldesa de Xinzo, Elvira Lama.

Mientras tanto, en las áreas técnicas, dos caras conocidas del fútbol local como Fernando Currás y Fran Justo daban las indicaciones. No fueron demasiadas, e incluso había en la grada quien se animó a lanzar las suyas, aludiendo en broma a que este sábado era un día para correr menos y emplear más la táctica.

Lo importante, como casi siempre en estos casos, fue la visibilización. Se consiguió, aunque la meteorología se empeñase en aguar el día. En el interior de los Salesianos, el color que predominó durante la jornada fue el rosa.