El Hospital Universitario de Ourense usará realidad virtual para detectar casos de anorexia

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El proyecto se presentó en los actos del CHUO por el Día Mundial de la Salud Mental

11 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Día Mundial de la Salud Mental alumbró este jueves la presentación de un proyecto que dará de qué hablar en el Hospital Universitario. José Antonio Campos, perteneciente al área de Psiquiatría del CHUO, se presentó al acto con unas gafas de realidad virtual. Es el elemento indispensable para un trabajo de investigación que arranca hoy, y que buscará elaborar un diagnóstico más objetivo en relación a pacientes que sufren una distorsión de su propia imagen corporal.

«Estas jornadas de puertas abiertas nos sirven para mostrar ante los estudiantes y familias de los pacientes una herramienta que vamos a usar para medir parámetros concretos en caso de patologías como pueden ser la anorexia y la bulimia», explica Campos. Es uno de los diversos programas de Psiquiatría que hasta ahora estuvieron en fase embrionaria y pasan ya a la ejecutiva. Porque estimar cuándo una persona puede estar sufriendo una enfermedad vinculada a la percepción física de sí misma no es sencillo.

«Vemos personas que se restringen determinados alimentos o pierden peso de forma notable, pero una de las características clave es si se ven más obesas de lo que puedan estar», detalla Campos. Él dibuja una prueba que determina de forma clara si se encuentran ante un afectado por este tipo de enfermedad. «Al paciente le dices que abra una puerta con lo justo para que él o ella quepa, y la abren mucho más. Podrían caber dos o tres personas por ese hueco, pero ellos se ven muy obesos, y están delgados o incluso desnutridos», avisa.

Este tipo de conductas, sin tratamiento o prevención, puede desembocar en un círculo vicioso porque tienden a perpetuarse o incluso a recaídas si no se ejecuta un seguimiento. «Con las gafas medimos ese grado de distorsión, porque ven modelos tridimensionales y ellos eligen cómo se ven», concreta Campos. Así, estiman si una persona se equivoca al definir cómo percibe su abdomen o muslos. «Eso se solapa con sus medidas reales, así que ahí ya percibes una diferencia que luego puedes correlacionar con la gravedad de la enfermedad y un posible pronóstico a continuación», concluye.

El proyecto, que trabaja con una aplicación informática traída desde Francia, ya tuvo una experiencia piloto en el país galo.

El homenaje a Cabaleiro Goás

Desde este jueves, el aula de docencia del CHUO pasa a denominarse «Aula Docente Dr. Cabaleiro Goás». Es uno de los homenajes brindados al psiquiatra y humanista en el marco del Día Mundial de la Salud Mental. Cabaleiro Goás fue clave en la organización y mejora de la asistencia psiquiátrica moderna en Ourense y Galicia. En la conclusión de las jornadas, el doctor David Simón habló sobre la figura de Cabaleiro Goás, cuyos hijos estuvieron presentes en el aula que ahora lleva su nombre.

El grueso de los actos puso el centro de atención en los proyectos de innovación e investigación que se desarrollan en el Hospital Universitario en relación a enfermedades de gravedad y con cierto tratamiento tabú en la actualidad, como puede ser la depresión.

En este sentido, también tuvieron protagonismo asociaciones vinculadas a la prevención del suicidio, tema que abrió las sesiones informativas ante el público presente. El CHUO cuenta con la única Unidad de Prevención de este tipo a nivel autonómico.

«El riesgo de que haya un suicidio se puede detectar y si hay señales debe irse al especialista»

María de los Ángeles Fernández Araújo dirige la Asociación de Familiares y Enfermos Mentales Morea, que estuvo presente en los actos por el Día Mundial de la Salud Mental. La agrupación estima que Ourense es la provincia de Galicia con menos suicidios consumados, pero la segunda en lo referente a la tasa relativa. «Hubo 13 por cada 100.000 habitantes», dice Fernández.

Parte de la solución radica en una detección rápida y acción inmediata, pero no siempre es fácil saber cuándo se está ante un posible caso. «El riesgo de suicidio se puede detectar. Y aquí tenemos una Unidad dedicada exclusivamente a la prevención de que esto ocurra, pero desde la calle se sigue creyendo que es imposible combatirlo. Cuando hay señales es bueno acudir a un especialista», determina la presidenta de Morea. El tratamiento silencioso del suicidio también fue objeto de análisis por parte de Fernández, que insta a contemplar a las personas en ese riesgo como las víctimas de una enfermedad que requiere tratamiento. «Hablamos de gente que puede estar sufriendo sin ser capaz de superarlo, por eso debemos tratarlo con mucho respeto», avisa Fernández.

En la asociación no les consta si hay algún tipo de estudio que ponga el foco en si este tipo de problema se da más en áreas de entornos rurales o urbanos. De lo que sí son conscientes es de que cada persona requiere un trato diferente. «No se trata de reconducciones, sino de tratar al afectado para que ese sufrimiento interior pueda irse asumiendo o incluso ayudarle a mitigarlo. A veces, no estamos preparados para ello», finaliza.