Marinha, de dos años, la tercera «concejala» del BNG en Ourense

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

OURENSE

Miguel Villar

La edila Rhut Reza lleva por las mañanas a su hija al Concello mientras espera por plaza en una guardería

03 oct 2019 . Actualizado a las 16:56 h.

El BNG no tenía representación en el Concello de Ourense y Rhut Marina Reza, que iba como número dos en la candidatura nacionalista, confiesa que no esperaba salir elegida. Pero así fue y sus nuevas responsabilidades como concejala la han obligado a organizarse, especialmente porque tiene una hija de dos años, Marinha. Ella se ha convertido en algo así como la tercera concejala del Bloque en Ourense porque acompaña casi todos los días a su madre al Ayuntamiento.

Rhut trabaja por las tardes a media jornada en una escuela de danza y no cobra sueldo del Concello (solo dietas por asistencia a plenos y juntas de área). Por las mañanas acude junto a Marinha a las oficinas del BNG en los sótanos del Ayuntamiento. Allí revisa documentación, prepara mociones y organiza el trabajo del grupo junto a su compañero en la corporación, Luis Seara, y al asesor que tienen a su servicio, Marcos Ferro. Mientras su madre atiende a La Voz de Galicia, este último entretiene a la pequeña enseñándole fotos en el ordenador.

Marinha es toda una atracción en los pasillos y consigue arrancarle sonrisas a los trabajadores del Ayuntamiento y a los vecinos que pasan por allí. Rhut se la lleva consigo incluso cuando tiene que visitar departamentos municipales para despachar sobre determinados asuntos. «A xente enténdeo perfectamente e iso que ás veces Marinha está farta de andar dun lado para o outro, con xente que non coñece e falando de cousas que non lle interesan», explica la concejala nacionalista, que recurre con frecuencia al truco darle lápices y papel para que pinte y se entretenga mientras ella está ocupada.

En ocasiones, las responsabilidades de su madre son especialmente exigentes y entonces recurre a las abuelas o a una tía para que se queden durante un rato con la niña. «Pero doume conta de que ás veces estoume autocensurando e non debería porque todos temos dereito a poder educar aos nosos fillos», cuenta Rhut, que explica, en todo caso, que esta situación es temporal.

Como no esperaba salir elegida concejala en las elecciones del pasado mayo, no preveía tener ocupadas las mañanas y no pudo tramitar a tiempo la solicitud de plaza en las guarderías públicas de la ciudad. Se acogió al plazo extraordinario y espera conseguir un hueco para Marinha a mediados de octubre. Aunque, según dice, para ella es gratificante poder representar al BNG en el Concello, la concejala no puede evitar emocionarse al pensar en cómo será esa nueva etapa en la guardería, al verse separada todas las mañanas de su niña.

Rhut cree que son necesarias más medidas para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral «e tamén do tempo propio de lecer», destaca. Apunta, por ejemplo, que ve «insuficiente» el permiso de maternidad teniendo en cuenta que la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida de los bebés. Además, considera necesario un plan específico de empleo femenino porque «no ámbito laboral todo vai ben e parece que hai igualdade ata que tes fillos». Su empresa, según dice, está sensibilizada en este sentido, «pero non é así en todas», sentencia.