Dionisio López, jefe de Urología en el CHUO, estima que la provincia es un buen laboratorio de la Europa del futuro
08 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.«La mayoría de los que vivan con el cáncer de próstata no morirán por ello, sino a causa de otros problemas como puede ser la diabetes o incluso de forma natural», dice Dionisio López Bellido. El jefe de Urología del Hospital Universitario de Ourense predice que esta dolencia va a convertirse en una enfermedad crónica, y que las personas que lo sufran serán capaces de convivir una media de 13 años de su vida con ella.
Suena contradictorio, pero tiene que ver con la esperanza de vida y la propia idiosincrasia de la provincia. «La edad es el factor número uno en lo referente a las posibilidades de que sufras un cáncer de próstata. Y en los años 50, cuando se moría gente con 56 o 57, perdían la vida antes de llegar a desarrollarlo», explica.
López compara el caso de Ourense con otras regiones de la Península como Soria, Zamora o el sur de Lugo. Provincias que, en definitiva, envejecen a un ritmo más elevado que las demás. En el caso de Zamora, su media es de 50,69, dos centésimas por encima de Ourense.
«Somos el laboratorio para probar los procedimientos que se necesitarán en el resto de Europa dentro de 20 años», vaticina López. Y en este sentido, el especialista del CHUO explica que el papel del área sanitaria provincial pasa por sentar unas bases de trabajo que aprovechen esta coyuntura. «Tenemos la oportunidad de presentarnos ante el continente buscando inversión para investigar en estos ámbitos», explica.
Las cifras en la provincia
El servicio de Urología del Hospital Universitario cifra en 2.500 los pacientes oriundos de la provincia afectados por el cáncer de próstata. Cada uno de ellos, en algún momento de su vida, ha recibido quimioterapia, un tratamiento médico hormonal o ha sido sometido a cirugía.
En el caso de Ourense, hay un dato particularmente llamativo. «Hacemos más de 1.000 biopsias de próstata al año, que es una cifra sorprendente en relación a otras áreas sanitarias de Galicia y de España. Más que los hospitales de Vigo y A Coruña aún teniendo un tercio de su población total», ilustra.
«No hay elementos preventivos. Solo contamos con el diagnóstico precoz. Hay algunos tipos de insulina y tratamientos hormonales, pero nada que sea definitivo y seguimos con pruebas», dice el urólogo. Sigue siendo fundamental el proceso de revisión, que actualmente hacen en el CHUO, y que es especialmente necesario en caso de antecedentes familiares con la misma enfermedad.
Pero el factor genético no es el único que debe tenerse en cuenta, así como la edad. «Ojo, no es común por debajo de los 19 años, pero tampoco inexistente», advierte López. Otro de los matices tiene un componente étnico. «Con la raza caucásica hablamos de un término medio, de un caso por cada diez hombres», dice. En el caso de la raza negra, según estima López, estos números se triplican en caso de antecedentes de cáncer de próstata, o incluso se tiene un 50 % de posibilidades en el caso de la asiática.
El avance con la hiperplasia
Este miércoles, el Hospital Universitario anunció la realización de una embolización prostática, un procedimiento novedoso que permite dar una alternativa a los pacientes que padecen hiperplasia benigna de próstata y que, por edad o condiciones de salud, no pueden afrontar una operación.
La intervención consiste en la introducción de un catéter por la arteria femoral para que llegue hasta las prostáticas. Dionisio López, que trabajo con el servicio de Radiología Intervencionista en este avance, lo celebra. «Es una técnica que hemos desarrollado con un alto interés. Y es un tratamiento para pacientes con alto riesgo quirúrgico», dice.