Sonia Ogando: «No existen los pelotazos, me niego. Es una forma de hablar del alcalde»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

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MIGUEL VILLAR

No habrá segunda exposición pública del PXOM, que la edila de Urbanismo espera aprobar el año que viene

29 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Nacida en el año 1971, Sonia Ogando Vázquez se afilió hace unos meses. «Pero del PP soy de toda la vida, en mi casa hay tradición», explica. Ya en el 2015 Jesús Vázquez le pidió que lo acompañase en su candidatura, pero no dio el paso hasta el pasado mayo. Tiene una dedicación parcial que compatibiliza con su trabajo como procuradora.

-¿No le echó para atrás la conflictividad política del Concello de Ourense?

-No, al contrario. Para mí es un orgullo y le estoy muy agradecida al PP de que me dejen participar en este proyecto y luchar por Ourense. Siempre hablamos y criticamos, pero yo lo que quiero es ayudar y trabajar.

-Todo estaba preparado para que la Concejalía de Urbanismo la siguiese llevando Cudeiro. ¿Es para usted un marrón?

-¡Qué va! José Cudeiro es un compañero más del partido, hizo su trabajo y lo hizo muy bien. Hizo la aprobación provisional del PXOM y yo ahora tengo que trabajar duro, duro, duro y conseguir la aprobación definitiva. La Concejalía de Urbanismo es muy extensa, tengo muchísimas competencias y no tengo tiempo para andar en dimes y diretes. A mí donde me ponga el partido yo trabajo duro y no me importa.

-¿Qué opina de que Jesús Vázquez siga en el gobierno sin competencias y no se marche para dejar paso a Cudeiro?

-Es que yo no soy quien, ni nunca seré quien, para cuestionar las decisiones personales e intransferibles de nadie. Y menos las de Jesús Vázquez. Yo lo respetaba, lo respeto y lo respetaré siempre. Sus decisiones hay que respetarlas al máximo; las suyas y las de cualquier otro compañero de partido.

-Otros miembros del PP sí cuestionan esas decisiones.

-Pero yo no soy quien. Yo soy muy disciplinada.

-¿Hay unidad en el grupo popular o es cierto que unos concejales son de Vázquez y otros de Baltar?

-En las reuniones de grupo hay unidad y hay un ambiente fenomenal. Sí que, claro, que oigo cosas, pero no me afectan porque yo no veo eso.

-Sus socios de DO recurrieron la aprobación provisional del PXOM sin pasar por el pleno. ¿Se ha planteado dar marcha atrás?

-No, no, no. Estoy reuniéndome con el equipo redactor porque vino un requerimiento de la Xunta por unas deficiencias administrativas subsanables. Hemos quedado que a mitad de octubre estará todo solucionado y seguimos adelante. Ahora vamos a mantener reuniones PP y DO como equipo unido de gobierno y tomaremos decisiones con el único objetivo de la aprobación definitiva del plan. Mi reto sería aprobarlo en el 2020 si no tengo piedras en el camino.

-Pues Jácome dice que es necesario pulir «pelotazos».

-Esa palabra en absoluto entra en mi cabeza. No existen los pelotazos, me niego. Yo creo que es una forma de hablar del alcalde. Todos conocemos a Gonzalo y la forma que tiene de definir las cosas. Yo creo que a lo que se refiere con la palabra pelotazos es a desarrollos urbanísticos que ya están aprobados y que vienen heredados de otros planes, donde tiene diferentes criterios. Tenemos que pulir esos criterios en consenso, evaluando los pros y los contras, llegar a un acuerdo y tirar para adelante.

-Entonces, ¿está el PP dispuesto a reformular la torre de Copasa o la finca Diputación?

-Aún no hablamos de nada concreto. Esas reuniones están previstas para el mes de octubre. No sé si va a haber a lo mejor alguna reformilla, pero solamente son diferentes criterios a la hora de evaluar las cosas.

-¿Habrá segunda exposición pública del plan?

-No, yo no creo que haya que hacer una segunda exposición pública. La ley establece que sí, si hay modificaciones sustanciales, pero aquí no las hay. Es más, el PXOM está publicado en la web del Concello, que no sé si lo sabe mucha gente. El plan es seguro y totalmente transparente. Yo soy muy trabajadora, muy honesta y este plan no se va a aprobar si no hay seguridad jurídica, que es lo que más le importa a la gente de la calle.

-¿Y los cambios que pide Jácome no serían sustanciales?

-No son sustanciales y no va a haber segunda exposición pública porque son solo diferencias de criterio.

-Hablaba de seguridad jurídica, ¿pero no teme que, precisamente por no haber segunda exposición pública, alguien pueda llevar el plan al juzgado?

-Yo entiendo que la exposición pública la determina la ley y yo creo que no hay modificaciones sustanciales y no tiene que haber una segunda exposición pública. Otra cosa es que, cuando se apruebe definitivamente el plan, puede haber algunos recursos porque el plan se basa en el interés general y habrá algunos intereses particulares. Pero eso es lo que pasa siempre cuando se aprueban los planes.

Sobre los ruidos: «Quiero un casco histórico ejemplar y que todos se lleven bien»

Ogando prepara una reestructuración de la Concejalía de Urbanismo para resolver la excesiva demora en la tramitación de licencias, pero dice que es fundamental contar con más trabajadores en su departamento. «Lo he solicitado y están con los trámites necesarios. Lo que no sé son los plazos porque ahí no me puedo meter, pero yo estoy siempre pidiendo personal», dice.

-¿Es cierto eso que de unas licencias van más rápido que otras dependiendo de quién las pida?

-Conmigo eso no existe. Hay licencias que por sus características son más fáciles y otras que son más difíciles. Desde que he llegado no aún no he descubierto las licencias selectivas y conmigo no existen.

-¿Está teniendo libertad para gestionar su concejalía?

-Eso es lo que me gusta de todo, que tengo libertad absoluta. Hasta ahora Gonzalo no me ha puesto trabas. Yo dependo del PP y tengo total libertad para tomar decisiones. Me siento una privilegiada.

-Jácome fue muy tajante contra las licencias en la plaza de San Antonio. ¿Se anularán?

-Ha salido la resolución del Consello Consultivo y aún no hemos tenido una reunión para ver cómo vamos a continuar con este tema. Yo tampoco puedo hablar por el resto y eso es un tema que no tratamos.

-Entre sus competencias está el control de ruidos, que genera quejas en el casco viejo. ¿Tiene solución?

-Ya tuve varias reuniones con la asociación O Cimborrio, con los hosteleros, con personas independientes que tenían problemas y ahora lo que voy a intentar hacer un plan de actuación. Lo que quiero es una convivencia armónica entre los vecinos y los hosteleros, que generan riqueza. Quiero un casco histórico ejemplar y que todos se lleven bien.