Las difíciles relaciones de Jácome y los sindicatos, paso a paso

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

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Miguel Ascón

La conflictividad en el Concello crece ante los constantes conflictos del alcalde con los delegados sindicales

04 nov 2019 . Actualizado a las 20:24 h.

Poco antes de ser elegido alcalde, Gonzalo Pérez Jácome dijo que «el 90 % de los funcionarios del Concello entraron por enchufe». Sin embargo, esta semana el regidor aseguró que «el noventa y pico por ciento de los funcionarios que han pasado por la Alcaldía están de acuerdo con lo que nosotros queremos hacer». El regidor quería, de este modo, remarcar que sus constantes conflictos en materia laboral son únicamente con los delegados sindicales elegidos por los trabajadores. Aquí se analizan, paso a paso, los problemas que ha tenido con ellos y los retos que se ha marcado en la gestión de los recursos humanos del Ayuntamiento.

Control interno

Contra la «mafia del escaqueo». Una de las primeras medidas tomadas por Jácome como alcalde fue firmar una providencia para ordenar la puesta en marcha de un sistema que garantice el cumplimiento del horario laboral por parte de los trabajadores. Llegó a hablar de una «mafia del escaqueo». Además, otra circular advirtió a los empleados municipales que no debían utilizar los vehículos del Ayuntamiento en fines de semana. Según dijo el regidor, algunos hacían un uso particular de esos coches. Por otra parte, Jácome ha anunciado que implantará un sistema de monitorización para detectar dónde falla la tramitación de los expedientes. Finalmente, hace unos días abrió un nuevo frente en sus complejas relaciones con los sindicatos tras pedir a los jefes de servicio que evalúen de 0 a 10 la carga de trabajo de cada empleado, una medida que ya ha sido criticada.

Seguridad

Contra la «mafia policial». Célebre es ya el encontronazo y supuesto «atropello» en el que se vieron implicados Jácome y un policía local (y, además, delegado sindical), cuando el entonces líder de la oposición le recriminó haber aparcado de forma irregular frente al pabellón de Os Remedios. El asunto acabó con denuncias cruzadas y recientemente todos fueron absueltos. Sin embargo, el alcalde salió de aquel juicio insistiendo en que en Ourense existe una «mafia policial» porque el agente en cuestión no fue multado ese día. Hay que recordar, por otra parte, que quien sí fue multado fue Jácome en su primer día en el cargo por aparcar en la praza Maior supuestamente sin permiso.

  

Contratación

Contra los «enchufes». El nuevo alcalde de Ourense ha elevado al máximo legal el número de asesores del Ayuntamiento. «Yo no creo en el sistema funcionarial de una persona que aprueba una plaza para toda la vida», dijo recientemente Jácome, que se ha propuesto también contratar a medio centenar de trabajadores para puestos cualificados. Además, la Junta de Gobierno acaba de iniciar los trámites para aprobar una modificación normativa que permitirá designar a directores generales y coordinadores sin necesidad de que sean funcionarios de carrera. Por otra parte, Jácome ha criticado la situación de los interinos contratados en su día por el gobierno socialista y ha señalado concretamente a uno, Bienvenido Fernández, miembro de la dirección local del PSOE, a quien llamó claramente «enchufado».

  

Representación

Contra los sindicalistas. En este contexto, las relaciones de Gonzalo Pérez Jácome con los delegados sindicales elegidos por los trabajadores se plantean complicadas. La junta de personal pidió que cesaran sus «difamaciones», pero el alcalde insiste. Ellos, según dice, solo quieren «mantener sus privilegios y currar lo menos posible».