«Aquí somos muchos emigrantes y hubo años sin jugadores suizos»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

CEDIDA

El técnico ourensano Carlos Alberto Rodríguez Iglesias trabajó en el club con más licencias en el fútbol helvético

23 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La de Carlos Alberto Rodríguez Iglesias (Panamá, 1972) es una experiencia vital muy vinculada a la de tantos y tantos emigrantes gallegos. Desde su nacimiento en Centroamérica, donde residían sus padres en aquel momento, a su asentamiento en la ciudad suiza de Ginebra, donde desempeña funciones propias de su carrera como ingeniero técnico industrial, especializado en la rama mecánica. Eso sí, también en el país helvético ha encontrado una vía para expresar su pasión por el deporte rey y crecer como entrenador en las categorías del fútbol base local.

«Me he adaptado muy bien en Suiza, trabajo en el Centro de Mantenimiento del Chemin de Fers Fédéraux, la Renfe española. Llegué a Lancy en 2009 y tuve la suerte de mantener mi afición por el fútbol. En principio estuve diez años en el Lancy FC, el club suizo con mayor número de licencias, y desde el pasado agosto estoy con el FC Onex, en el que me encargo de un equipo de jugadores de la generación del 2009», explica el joven entrenador de base, que lamenta en todo caso que su carné no es válido en la estructura técnica del balompié español.

Para Carlos, que colaboró como voluntario en la delegación federativa viguesa, durante sus tiempos de estudiante en la ciudad olívica, sí que sería interesante trasladar a España muchos de los detalles del organigrama balompédico en el país centroeuropeo. Sin ir más lejos, nombra el ejemplo de una entidad que conoce muy bien, como es la del Lancy: «Para hacernos una idea de lo que es un club cuyo primer equipo está en la cuarta categoría suiza, podemos decir que su estructura, con segundo y tercer equipo, incluye otros cuatro de séniors, dos femeninos M-19 y M-15, tres de juveniles, cuatro de cadetes, otros cuatro de infantiles, nueve de alevines y ocho de infantiles, así como un equipo más de fútbol sala». A todas esas escuadras repartidas por los torneos federados, el Lancy incluye una escuela de aproximadamente 120 niños, que también tuvo oportunidad de conocer bien el técnico ourensano.

Para Rodríguez Iglesias, el nivel de instalaciones deportivas es otro factor fundamental en la planificación de las categorías inferiores, por muy pequeño que sea el club: «Aquí hay infraestructuras magníficas para poder trabajar. Tenemos al lado de casa una ciudad deportiva, el Centre Sportif des Evaux, con siete terrenos de hierba natural fantásticos, además de otro sintético. Es lo general por aquí, incluyendo zonas para el volei playa, o áreas lúdicas para los niños».

La emigración también es otro punto a tener en cuenta a la hora de hablar del balompié suizo y no es casualidad lo que podemos ver en la selección absoluta de los helvéticos, o en los torneos de base, con un notable número de futbolistas oriundos de distintas partes del mundo.

Para el ourensano, el análisis es casi lógico: «Aquí somos muchos emigrantes y hubo años sin jugadores suizos en el equipo, durante estas diez temporadas en las que estuve en el Lancy. Y lo máximo que puedo tener es un diez por ciento, uno o dos en cada plantilla». Añade Carlos que ha entrenado desde benjamines a cadetes, aunque su predilección es la de encargarse de formaciones infantiles. Justo las que protagonizan la parte central de las sesiones oficiales, en las matinales de los sábados: «Solemos comenzar a las 9.00 horas con los benjamines, siguen los alevines, infantiles, con los cadetes ya a partir de las 15.00 y los juveniles a las 17.00 horas». Todo dentro de complejos con prioridad para las zonas verdes y de esparcimiento.