«La actividad de artista es solitaria»

sara pérez / R. N. P. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Íñigo Rolán

Xosé Lois Carreira imparte clases de talla en la Escola de Artes e Oficios de Verín

09 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el año 2008, Xosé Lois Carreira (Parada de Ribeira, 1971) ejerce como profesor del aula de talla en la Escola Municipal de Artes e Oficios de Verín.

-¿En qué consiste la muestra?

-La muestra recoge los trabajos realizados durante el curso 2018-2019 en el aula de talla de la Escola de Artes e Oficios de Verín. Hay trabajos que se hicieron en este curso y otros vienen del pasado, por la laboriosidad y por el tiempo que necesitan. No es que abarquen dos cursos, pero sí la mitad de uno y de otro.

-¿Cuáles son las piezas que más tiempo necesitan?

-Hay varias piezas que precisan horas y horas, sobre todo las que tienen mucho detalle y son de formato grande y con mucha envergadura. Este tipo de piezas, normalmente, vienen con relevos pero al final se meten en molduras y complejidades. Hay una réplica, situada al final de la sala y bastante grande, de un escudo de una casa de Verín. Es una imagen simbólica del concello y una de las más complejas.

-¿La exposición tiene alguna temática?

-No, la temática es libre, como el formato y el soporte. El nexo común de todo es que son trabajos realizados en madera. En ellos se refleja la evolución de los trabajos más sencillos de la gente más novata hasta las personas que llevan cinco o seis años conmigo y que crean obras tridimensionales. En la exposición hay cuatro obras que se muestran en proceso de creación, que todavía no están finalizadas. Para que se vea como se inicia la historia también.

-¿Cuál es la técnica que se utiliza en las esculturas?

-Básicamente lo que hacemos es que no se utiliza nada de mecanizado, todo va a mano. Tallamos todo tipo de madera: más allá de las nobles gallegas como el castiñeiro o el carballo. Hay gente que hizo algunas de haya o de alguna madera tropical. Hay de todo.

-Usted es el profesor de la clase de talla y dirigió las obras. ¿Cómo fue el proceso?

-En el proceso se muestra un poco de todo, pues en el curso participa gente veterana y novata. Alrededor del 30 % arrancaron este año. Se ve un poco la escalera que hay que recorrer, desde los escalones más sencillos hasta la gente que realiza esculturas con dimensiones que sobrepasan el método de envergadura. Respecto al proceso, mi misión es tutelar. Les ofrezco libertad completa de temas, al principio quizá más restringido, pues los remito a cosas más sencillas. Luego, prácticamente solo superviso y les ofrezco libertad completa y absoluta ante la temática y diseño.

-Y para aconsejarles.

-Sí, yo participo y ayudo constantemente, rotando mesa a mesa las dos horas que dura cada clase. Desde luego, el mérito es de ellos, porque la mayoría no tienen ningún tipo de formación artística. Muchos son jubilados, el 70 %, y el 30 % es gente que está en activo. Lo que hacemos es suplir las carencias en dibujo, composición y estructura con algunos pequeños apuntes de las disciplinas.

-¿Qué le aportó personalmente?

-De alguna manera, todos vamos allí con la excusa de la talla. Pero al final socializas y te relacionas porque es una disciplina que engancha mucho y potencia la creatividad de concentración y su desarrollo. Se crea un clima de sosiego y de tranquilidad. Las clases las enfocamos como en puesta en común, todos analizamos una obra en concreto que es interesante para todos. Eso es lo que más me aporta, ya no como maestro, sino como artista, porque la actividad de artista es solitaria. En mi caso, por ejemplo, estoy acabando una obra en la que llevo trabajando dos años y medio. Y en la que estoy encerrado en el taller.

-¿Continuará el aula de talla el próximo año?

-Sí, claro. La buena noticia es que en el curso 2020-2021 se harán dos cursos por la alta demanda que está teniendo.