En los orígenes de la Festa do Pulpo

lucía gómez f. / r. n. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Argimiro Marnotes, exalcalde de O Carballiño, fue clave para impulsar el evento

06 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de O Carballiño reunió en la mañana del lunes a todos aquellos que quisieron acercarse para homenajear al exalcalde, Argimiro Marnotes Rodríguez -en la alcaldía desde 1977 hasta 1991-, que ayudó a impulsar la Festa do Pulpo y hacer de ella la fiesta gastronómica que es hoy en día. Marnotes emigró a Argentina y, nada más regresar a O Carballiño, colaboró a organizar la Festa do Pulpo desde sus comienzos. Contribuyó a que esta celebración fuese un encuentro anual de la emigración no solo de la comarca, si no también de toda Galicia. Siendo ya alcalde, comenzó a dedicar las distintas ediciones a los centros gallegos que había alrededor de los países del mundo y, gracias a ello, ayudó a que esta celebración comenzara a conocerse incluso fuera de las fronteras de España.

«Ao longo dos 57 anos da Festa do Pulpo foron moitas as persoas que contribuíron á súa consolidación e crecemento, ata chegar a ser a gran festa gastronómica que é actualmente, probablemente unha das mellores de Galicia e de España. E non cabe dúbida de que unha destas persoas é Argimiro», comenzaba el alcalde de O Carballiño, Francisco Fumega. Marnotes quiso destacar que, para él, uno de los principales méritos de esta celebración es que se siga manteniendo el nombre desde sus inicios y no se haya cambiado por polbo, uso correcto de la palabra pulpo en la lengua gallega: «Así é como naceu e eu creo que o pulpo vale igual para os galegos, como para os casteláns, como para todo o mundo».

En sus inicios, en el año 1964, se encontraron con diversas complicaciones que tuvieron que superar. En Galicia había -y sigue habiendo- gran multitud de romerías que tenían consigo una larga tradición e historia, por lo que no les fue muy fácil convencer a los pulperos y taberneros a que colocasen sus puestos en el Parque Municipal. Pero gracias al empeño que Argimiro Marnotes Rodríguez puso en esta celebración, se ha conseguido que, a día de hoy, el parque esté lleno de puestos no solo de pulpo, si no de tabernas y bares, y que se ofrezcan diferentes tipos de productos. Además, querer conseguir la denominación de Fiesta de Interés Turístico a nivel nacional requería que la celebración reuniese diversas características que, poco a poco, el exalcalde de O Carballiño consiguió sacar adelante.

Empeño y dedicación

El festejo, en sus primeros años, se concebía como una especie de romería, pues los pulperos picaban su producto más emblemático y los que querían degustarlo se acercaban al parque municipal con un mantel que colocaban en el suelo y allí comían. «Pero se non había viño e non había pan, comer o polbo solo aínda hoxe non apetece moito», comentaba Marnotes. Con esfuerzo, consiguió que los panaderos participasen en la fiesta y, cerca del año 1972, se unieron los taberneros.

Pero todavía se le resistía conseguir la denominación por la que tanto luchaba, pues ofrecer tan solo una fiesta gastronómica de aquel calibre no era suficiente. La cabeza de Argimiro Marnotes no descansaba y las ideas iban llegando y haciendo que la fiesta creciese. Comenzaron a celebrarse concursos en los que se competía por llevar el mejor traje regional gallego y había premios para grupos de bailes. Todo lo que habían ido consiguiendo fue lo que incentivó al Ministerio a concederles la denominación de Fiesta de Interés Turístico Nacional. «Dende o 64 ao 72 pasara pouco tempo, e conseguir esta declaración paréceme case un récord», señala el exalcalde. Todo ello ocurrió durante la dictadura franquista, por lo que al comenzar el régimen democrático, la denominación perdió su validez. Sin embargo, consiguieron recuperarla, paradójicamente, durante la alcaldía de su hijo.

Por su gran colaboración y esfuerzo por hacer de la Festa do Pulpo una de las celebraciones más emblemáticas del lugar, se le hizo entrega de una placa en su honor. Entre los aplausos de los que allí se congregaron, agradeció el cariño recibido y no se olvidó de todas aquellas personas que, como él, ayudaron a que la fiesta creciese con el paso de los años y se convirtiese en una de las más importantes. Con el público en pie, el gaitero que acompañó la velada interpretó el Himno de Galicia que todos cantaron para finalizar el homenaje a Argimiro Marnotes Rodríguez.