La vuelta al mundo en quince minutos

tareixa taboada OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Una gran exposición colectiva en Galería de Arte Visol reúne la obra de más de setenta artistas

29 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«El arte no es lo que se ve; el arte es la brecha», Marcel Duchamp.

Más de setenta artistas oriundos de distintas partes del globo terráqueo dan color a la exposición colectiva titulada genéricamente Una vuelta por el mundo del arte que la Galería Visol, dirigida por María del Carmen Vidal desde hace casi 25 años, presenta durante el período estival y que plantea un recorrido artístico a través de las personalidades nacionales e internacionales representadas por la galería, artistas de diversas nacionalidades y disciplinas mediante los que se puede trazar un viaje plástico alrededor del mundo.

Cabe destacar la presencia de nuestros contemporáneos gallegos más reconocidos con un rotundo abstracto lírico de Antón Lamazares, la dulzura entrañable y el trazo nervioso que disecciona texturas abruptas con un refinamiento trascendente del arte brut, una figuración tan trágica como enérgica y el latir de la naturaleza a través de una sensibilidad única; la de Vidal Souto, representada en la sobrecogedora obra El ángel del señor, la caligrafía personal de su dibujo característico en Pareja o el cromatismo tectónico de La playa. Texturas arquitectónicas para el Neno muxián de Alexandro, figuración que traduce la potencia creadora descomunal del artista, el grito arrancado de la soledad vocacional más profunda; los luminosos bodegones de Barreiro y sus ventanas siempre abiertas al mar. La genialidad de su artista se desprende de las Macorinas del gran Fernando Barreira y el mágico surrealismo de Lugrís Vadillo en sus armonías orgánicas y sus paisajes oníricos. El oscuro misterio de Tomé y la realidad rayada de Ortas con su original desfiguración de los volúmenes en líneas cromáticas. La soberbia captación de la luz y la expresión de la forma que el artista Tono Guisado aporta a sus obras de manera magistral y esa atmósfera única que consigue trasladar al espectador. El cromático escondite de Alejos, la realidad ensoñada de Eligio, el ingenioso color de Torres Pato y los montes de Karballo. La realidad es una gamba en un plato de Leandro Sánchez y un puerto para Javier Vázquez. Extraños símbolos y geometrías pueblan la obra de Guzpeña y los faros de Baamonde son una pirueta de la imaginación. El Mediterráneo es un barco griego de Sula Repani. X. C. Seoane convierte en artefacto un teléfono antiguo ante la desconcertante mirada de un demonio de Ocaña Martínez y hacen sonrojar a la protagonista femenina de María Lezón tras la lectura de Nabokov los Demonis bons de Antoni Lafayette. María Lassing se distorsiona con el trazo de Vilamoure bajo un sombrío paisaje de Daniel Bilbao, junto a unas flores de Freijeiro sentado en el banco de Alejandro Cantón. Los planos de color de Luis Medina, el garabatismo de Riveiro, el mundo naif de Amalia Fdez. de Córdoba, el colaje de Xulio Rodríguez y el arte salvaje del grafiti con Buddy Style. Los circuitos sensoriales del francés Jonathan Choin, las delicadas geometrías vegetales de Manuel Patinha, el hiperrealismo de Miguel Piñeiro, la velocidad y el rock and roll de Yanny Ippoliti, el enxebrismo costumbrista de Caino, la poesía hecha volumen de Guillermo Pedrosa, las bordadoras de Víctor Juez, el arte en femenino de Marcela Santorum, la inquietante fotografía de la artista Ana Gil y la mirada única de Plácido L. Rodríguez.

MIGUEL VILLAR

Desde México Figueiras, Mario Murúa de Chile, Hanoos trae el viento de oriente. La gran dama de la escultura y académica Soledad Penalta, Rivada, Luis de las Cuevas, Miguel Couto, Javier Diéguez, el primitivismo de Luis Estévez y la rotunda fortaleza del reconocido artista Ramón Conde y Trincado en escultura.

El grabado representado por los argentinos Scanapieco, y Carlos González Villar, nuestro maestro de la colografía y el grabado X. Poldras, la vitalista euforia de la rusa Svetlana Kalanick, los cubanos Neco Soares y Andrés Puig, Villalobo y Matamoros, fotografía, pintura y grabado; desde la lejana Patagonia Adrián Pandolfo y desde Corea Mizzi Lee. Manolo Figueiras, México-Galicia, Pedro Martínez Avial, Recuero, Prado de Fata, Villamil, un soberbio trabajo de Xaime Quessada reproduce entre máscaras de carnaval su universo genial, onírico, lúcido y valleinclanesco. El dulce recuerdo de la añorada infancia y los juegos tradicionales de los grabados de Lola Catalá, la maestría y elegancia de las obras de Yolanda Carbajales a la manera negra y el hiperrealismo de Venancio Arribas entre otros, elevan la categoría de tan variado e internacional elenco.