Los pasajeros afectados por la huelga de tren en la estación de Ourense buscan soluciones ante la falta de servicio
15 jul 2019 . Actualizado a las 16:07 h.Son tres los factores que llevan al personal de Renfe a convocar una huelga: el salario, el horario y el empleo. Desde la medianoche del domingo, la compañía ferroviaria ha tenido que cancelar varios trayectos, donde Ourense era una más en la lista de ciudades afectadas. El parón coincide con uno de los meses donde los desplazamientos turísticos registran mayor actividad y el servicio de transporte es más concurrido.
Las muecas que aparecían en la cara de la gente que se encontraba en la estación de Ourense a media mañana, eran, cuando menos, ilustrativas y representativas. Más de lo normal, pues la huelga había afectado a muchos de los allí presentes. Maider De Pedro se encontraba sola con tres niñas bajo su responsabilidad y con un billete de tren que no las llevaría a casa, Bilbao, hasta dentro de dos días. «La única solución que me ofrecen ante este problema es un cambio en los billetes para el miércoles, pues este era el último tren hasta dentro de dos días», afirmaba enfadada la madre. La suerte de la bilbaína está en no tener que acudir al trabajo mañana y en tener un lugar en el que quedarse hasta la partida. Desde Renfe, no le ofrecían ningún tipo de indemnización ni un hotel donde dormir. «Menos mal que tenemos la casa de la abuela», aseguraba aliviada De Pedro. Las cuatro habían acudido a Ourense para festejar el San Benito de Bentraces.
Algo parecido le sucedió a Antonio y Paula, un matrimonio que debía partir este lunes hacia San Sebastián por cuestiones médicas. «Esta mañana cogimos un taxi que nos costó 35 euros para llegar a tiempo al tren, y ahora nos encontramos con este panorama», manifiesta la mujer. Lo cierto es que venían de una localidad cerca de Lalín con la intención de regresar a Azpeitia para una revisión médica. Desde Renfe les abonan en su totalidad el coste de ambos billetes, pues no hay más trenes en el día hacia el País Vasco. La pareja tendrá que coger un autobús a las ocho de la tarde que los dejará en casa a las siete y media de la mañana, casi doce horas después.