Cuatro ascensos, más de 1.500 abonados y un club asentado en Tercera División ya son parte de la historia de la UD Ourense
11 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El 10 de julio del 2014 quedó inscrito en la historia de la provincia con el nombre de la Unión Deportiva Ourense. Así se denominaba, en un acta fundacional y en la posterior inscripción del equipo en el Registro de Entidades Deportivas de la Xunta de Galicia y en la Federación Gallega de Fútbol, el club que seguía los pasos del desaparecido CD Ourense. Se constituía con la clara intención de ser el sucesor del equipo que durante más de sesenta años representó el sentimiento ourensanista por toda España logrando importantes gestas como aquel histórico e irrepetible registro de treinta partidos, treinta victorias.
Todo lo que rodeó la desaparición de una entidad histórica y emblema de la ciudad y la provincia, desató la idea de crear un club, en este caso empezando desde la categoría más baja, la Tercera Regional, pero con el ingrediente de que fuese un equipo del pueblo y que la propia afición fuese quien tomase las riendas y las decisiones.
Con más de 300 socios con derecho a decidir y con un grupo de aficionados con Modesto García al frente, se comenzó una travesía que incluso no contó con el campo de O Couto en su primer año. Fue sellando temporadas con ascensos, casi proporcionalmente al crecimiento de la masa social, que empezó en torno al millar de abonados y tras cinco años está ya en los 1.500, superando la cifra del CD Ourense en el momento de su desaparición y en su largo periplo por la 2ª B, Tercera División y los años de la Segunda División. Cuatro ascensos en cuatro años y una permanencia solvente y rozando una promoción de ascenso en el primer año en Tercera División es el bagaje deportivo casi perfecto y difícilmente mejorable de un club que además se centró en trabajar y apostar por la base en la que ya está reclutando resultados.
Mención aparte merece la afición que siempre estuvo con su equipo, desde esa Tercera Regional, con más de cien personas en los desplazamientos, algo que se mantuvo en cada categoría y que podría calificarse como la afición más numerosa en lo que a seguimiento de sus jugadores fuera de Ourense y por supuesto que con mayor afluencia de público en los partidos como local.
Modesto García
Cinco años dan para mucho y en un día tan especial se vienen muchos recuerdos a la mente de todo aficionado, socio y también de los que hasta la fecha llevaron el control del club. El presidente hasta el próximo día 29, Modesto García, hace balance positivo de todo lo conseguido y vivido estos años: «Quedará para la historia tanto de nuestro club, como del fútbol ourensano e incluso nacional porque seguimos dando que hablar positivamente por lo que conseguimos, el tiempo en lograrlo y cómo lo hicimos». Pero no quiere atribuirse méritos y cree que estos éxitos han sido gracias a «la afición, a los ex jugadores de CD Ourense con los que comenzó el proyecto sin cobrar y a todas y cada una de las personas que nos han ayudado y trabajado por el club con la máxima ilusión, con las familias Dacosta y Currás».
Aunque como en toda historia siempre hay cosas positivas y negativas, en este caso la inmensa mayoría son buenas y de ellas el mandatario rescata una: «El partido de Atios con el desplazamiento de 500 aficionados, que si pudiesen por aforo serían más de mil y que supuso el culmen y el momento que nunca se podrá borrar y siempre será recordado en la historia del club, además del consiguiente ascenso por la dificultad del mismo».
Y de cara al futuro, tiene claro que la UD se hará mayor de edad y seguirá creciendo «porque estará donde la afición quiera, ya que el apoyo ahora es todavía más necesario que nunca. Ese crecimiento será con el modelo actual o quizás con otro, pero siempre sobre las bases sólidas que ya se tienen y con los pies sobre la tierra».