La institución elevó su cifra de socios con 150 más y otros tantos colaboradores
01 jul 2019 . Actualizado a las 18:22 h.«Cada persoa que atendemos ten a súa historia, e todas merecen ser escoitadas». Podría ser la frase de un periodista, pero corresponde a Felipe Ferreiro, presidente de Cruz Roja Ourense. La institución provincial publicó su memoria anual, un balance que pone en relieve la solidaridad de los ourensanos. Lo dicen las cifras: en 2018, el número de socios ascendió a 9.721; además, 4.267 personas ayudaron con tareas de voluntariado. En ambos casos, el trabajo de captación del organismo en la provincia se vio recompensado con 150 incorporaciones que Ferreiro agradeció recordando que «todas estas accións nos implican a todos e a todas para transformar o mundo, poñendo fin á pobreza, protexendo o planeta e avanzando pola senda da paz».
La respuesta de la provincia en este sentido parece alentadora. Cruz Roja estima que el año pasado contó con más de 43.400 participantes en sus proyectos. De ellos, 15.000 lo hicieron en una serie de programas de intervención social que arrojan un dato muy a tener en cuenta: el 60 % de las personas atendidas fueron mujeres de entre 35 y 49 años.
La búsqueda de empleo
El Plan de Emprego de la Cruz Roja, que ayudó a 890 personas de la provincia a buscar ocupación en 2018, también revela que aún falta camino para alcanzar el empoderamiento femenino. De los participantes en esta iniciativa un 66,7 % eran precisamente mujeres, lo que habla en cierta manera de una problemática latente en el mercado laboral actual. La noticia positiva es que 356 de las personas que recibieron formación y orientación personalizada consiguieron acceder a un puesto de trabajo. En el proceso tuvieron un papel clave 354 empresas de la provincia integradas en el proyecto Alianzas.
El cuidado a mayores y niños
Ferreiro aludía a las dificultades que entraña Ourense por el envejecimiento de la provincia, que no frena. «Faise un labor incalculable coas personas maiores: as actividades de ocio, a teleasistencia, o centro de día, o apoio a coidadores de personas dependentes... Non son só cifras», dijo. En 2018, 4.634 personas mayores fueron asistidas por medio de varios proyectos a los que Cruz Roja quiere dar continuidad e incluso ampliar llegando a los núcleos más recónditos de la provincia. Pero el papel de los más veteranos no fue únicamente como pacientes, sino como tutores. A través del programa Avós e Avoas Educadores, 50 personas tuvieron un papel activo en la educación de sus nietos.
Además, Ferreiro comentó las medidas que la Cruz Roja desarrolla con la Xunta para proteger a la infancia en riesgo de exclusión social: en 2018 se ayudó a 212 personas por medio del proyecto de Acollemento Familiar.
El éxito escolar de los más pequeños, impulsado por los programas de Cruz Roja Juventud
La sección juvenil provincial de la Cruz Roja trabajó durante el año pasado con un total de 507 niños y niñas de entre 6 y 18 años, todos ellos procedentes de familias con escasos recursos económicos, en riesgo de exclusión o que se encontraban en viviendo en un entorno marginal o de familias desestructuradas. En este sentido, la ONG propulsó el proyecto Promoción do Éxito Escolar para ayudar a la integración de los más pequeños en el ámbito educativo. Estrechamente vinculado a ello, el programa Xoguetes para Educar instruyó a 468 jóvenes ourensanos en el uso de juguetes no bélicos y tampoco sexistas. Por otro lado, los voluntarios de la organización provincial compartieron juegos y obradoiros con 1.091 niños y niñas hospitalizados, una acción enmarcada en el programa Cibercaixas, ideada para hacer más llevadero y ameno el ingreso de los críos en los centros sanitarios.