El «corte inglés» de Palmés repartió café de pota y un millón de euros

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Miguel Villar

El establecimento selló el boleto ganador de El Millón de Euromillones

27 jun 2019 . Actualizado a las 08:17 h.

Igual te compras una lata de atún, te tomas un café de pota, pides tabaco o te sellan la lotería. Incluso sábados y domingos. Por eso se le conoce desde hace tiempo como el corte inglés de Palmés. Pues a su larga lista de posibilidades, el martes por la noche se sumó una más: reparte un millón de euros.

Un único acertante eligió este establecimiento para sellar su Euromillones. Unos números que por un poco de dinero más incluyen una clave, la del Millón. Números y letras elegidos por la máquina no al azar sino de forma correlativa según se van adquiriendo por toda España. Y la suerte hizo que el SLR40980 correspondiera a la apuesta sellada en Palmés.

Cándida Conde Iglesias lleva más de media vida en la tienda. Junto a ella está su hijo Víctor que la ayuda. Todo eran sonrisas. Las de Cándida reservadas y las de Víctor más amplias. Quizás por eso de que la prudencia se adquiere con la edad. No saben quién es el agraciado. Ni ellos ni los clientes que a primera hora de la mañana entraron en el bar. Solo uno centró su mirada en las páginas del periódico sin levantar la vista mientras el resto especulaba. Ni siquiera cuando en la gran pantalla que Loterías y Apuestas del Estado tiene en el establecimiento apareció el nombre de Palmés como localidad agraciada. El millonario de Palmés es el número 164 de los agraciados con El Millón. No se le olvidará. «Este fin de semana hubo aquí un funeral y vinieron muchas personas de fuera. Lo normal es que los que sellen aquí sean de Palmés, pero en este caso no sabemos», explica Víctor. De momento, nadie dio aviso: «A lo mejor todavía no lo sabe». En el establecimiento ya luce el cartel del premio, junto a otro de 45.000 euros que repartieron hace poco: «Este sí que sabía quién era, porque guardamos aquí las apuestas que son semanales. Yo mismo le avisé», dice Víctor. Cándida, mientras tanto, sigue preparando su café de pota.

-¿Y si os tocara a vosotros?

-Pues creo que no cerraríamos la tienda. La mantendríamos abierta, pero de otra manera, ya no pendientes del dinero ni de cobrar, dice Víctor.

«Estaremos esperando a ver si alguien hace obras o se compra un coche», afirma un cliente. Por Palmés ya pasea un millonario. O quizás no.