José Antonio Moreno, director general de Andema: «Las falsificaciones son un mundo muy oscuro»

En España se pierden cada año más de 6.700 millones de euros en ventas a causa de los productos falsificados. El comercio y los fabricantes pierden el 10,6% del volumen total de sus ventas. Son datos recientemente publicados por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y recogidos por Andema (Asociación para la Defensa de la Marca). José Antonio Moreno Campos, director general de Andema detalla la importancia de estos datos. Esta asociación representa a 71 empresas titulares de marcas.

-¿Se pierde todos los años?

-Los datos de pérdidas para la industria son de 6.776 millones de euros, en once sectores. Se pierde todos los años y genera un impacto en el trabajo. Hay menos actividad o menos ventas y menos contratos por la competencia ilícita. Y el Tesoro español deja de recaudar muchos impuestos. Lo que se vende como producto falsificado afecta a toda la sociedad porque es todo en negro. Y luego está el factor de la salud y la seguridad para el consumidor. En los mercadillos o en el top manta no se pasan los controles de seguridad que se exigen a los productos lícitos, sean zapatillas, cosméticos o colonias. No están testados los materiales y están hechos a saber dónde y en qué condiciones.

-¿No cree que el consumidor sabe que está adquiriendo algo falso?

-El consumidor conoce lo que está comprando. Hay casos en los que puede haber engaños, uno de cada seis, un 15 o un 20 % pueden estar consumiendo engañados. Nadie se creería que una marca internacional se vende en una manta. Tenemos que hacer una labor de concienciación. A veces se mira la adquisición rápida de algo que recuerda al producto auténtico. Parece que los delitos contra la propiedad industrial no tienen víctimas, pero las hay: el comercio local, las marcas y el consumidor.

-¿En qué sectores se dan más las falsificaciones?

-La parte del mundo de la moda más aspiracional tiene más demanda. Prendas de vestir, marroquinería, cosméticos o joyería. Reproducen lo que se lleva en el mercado auténtico (bolsos, zapatillas). También en los componentes electrónicos (baterías, carcasas, smartphones) y luego está lo más peligroso por su impacto en la salud, la venta de medicamentos por Internet, y que genera 150 veces más beneficio que el tráfico de drogas. En España se ciñe más a anabolizantes o estimulantes sexuales.

-¿La mayoría vienen de China o países del sudeste asiático?

-Después de 2008 o 2009 bajaron los costes laborales en Europa y subieron en China. Se recolocó producción en países como Portugal o la República Checa, que empezaron a falsificar. El 80-85% viene de China y del sudeste asiático. No utilizan un tráfico directo, sino puertos de tránsito intermedios donde redocumentan el origen de la mercancía antes de llegar a las aduanas europeas.

-¿A Ourense entra la mercancía falsa desde Portugal?

-Portugal siempre fue un productor de textil de calidad, de gente que llevaba toda la vida cosiendo, y hubo una reconversión a producto falsificado en el norte. Empezaron a mirar para otro lado porque si perseguían a esa gente se irían al paro. Esa mercancía entra por Galicia y Castilla y León. La Guardia Civil está haciendo un trabajo fantástico. Es muy importante que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad estén implicados, por eso felicité a la Guardia Civil de Ourense. Al que se coge es al transportista, que nos lleva al origen de la cadena, donde se está produciendo. Sus clientes cometen un ilícito al producir en Portugal y venderlo en España. Las falsificaciones son un mundo muy oscuro.

-¿Hay incautaciones en otras provincias?

-Depende de la sensibilidad de las personas que trabajan en ello y que perciben el impacto que provoca en el comercio. Por eso Ourense está destacando últimamente.

-¿Representan a los perjudicados si se llega a juicio?

-Si hay una redada sí, por cantidades pequeñas, no.

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