La buena salida de los hombres de Gonzalo García se diluyó después para una derrota que pone punto final a una ilusionante campaña: 61-77
01 jun 2019 . Actualizado a las 18:50 h.El retorno del Club Ourense Baloncesto a la Liga ACB tendrá que esperar un año más, porque el año de ensueño de los hombres de Gonzalo García de Vitoria terminó de modo abrupto ante un Palma con más soluciones ofensivas:
Fue bueno el comienzo cobista, con excelente defensa y control del rebote en ambos aros. Ott y Van Wijk, acertados en el triple y en defensa, recibieron la ayuda de Sergio Rodríguez, pero las rotaciones cambiaron todo. Masters sumó perdidas y se inició el declive, del 10-19 a dos minutos del final del primer cuarto al 32-24 a 5:24 para el descanso. Un inesperado protagonismo de Ucles, con 12 puntos, la dirección de Álex Hernández y Quintela y el protagonismo del primer base y Joan Tomás en ataque, sentenciaron a un COB, que se tampoco replicó en defensa, ni tuvo ideas claras en ataque.
Sin Van Wijk la defensa hizo aguas y sin Pepo Vidal, la dirección brilló por su ausencia con solo 10 puntos en el segundo cuarto. De Rozitis, ni hubo noticias durante demasiados minutos.
Aún así, tuvo opción en el tercer cuarto el COB y si estuviese acertado en ataque pudo darle la vuelta al choque. Mejoró su defensa, Palma volvió a sentirse incómodo como en el primer cuarto, anotando solo en tiros puntuales y alguno con cierta fortuna, como una triple de Bivia y una penetración de Ucles, pero el COB no tuvo un líder, a excepción de los primeros minutos del cuarto de Pepo Vidal, que con cinco puntos y su carácter parecía que era el único que creía. La diferencia osciló entre los 10 y los 13 puntos y la ausencia de Zamora, que seguía muy desacertado en el tiro, con solo dos canastas (2/9 en tiros), las pérdidas de balón y canastas fáciles falladas bajo el aro. En ese aspecto, precisamente, Rozitis seguía siendo un lastre en ambos aros y en el rebote defensivo, impidieron que los de Gonzalo García que llegasen con opciones al último cuarto (58-45).
Un epílogo que fue prácticamente un trámite para dejar clara la superioridad de Palma, ante un COB que ya había hecho lo máximo, llegando a la final a cuatro de Bilbao, como reconocieron sus propios seguidores.