¿Podría la saga Baltar perder la Diputación?

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

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MIGUEL VILLAR

La reñida batalla en el partido judicial de Ourense pone en peligro la histórica mayoría absoluta del PP en el Pazo

15 may 2019 . Actualizado a las 20:11 h.

En todas las intervenciones públicas de los líderes de los principales partidos sale a relucir la Diputación, donde siempre ha gobernado la derecha. La reñida batalla electoral del próximo 26M podría dejar al PP sin su histórica mayoría absoluta, un fenómeno ante el que cabe hacerse una serie de preguntas.

¿Cómo está configurada actualmente la Diputación?

El gobierno de José Manuel Baltar tiene 14 de los 25 diputados, es decir, uno por encima de la mayoría absoluta. El PSOE es la principal fuerza de la oposición, con ocho representantes. La corporación se completa con dos diputados de Democracia Ourensana y uno del BNG.

¿Cómo se elige al presidente?

Baltar asegura que es el único en España que se postula previamente para ocupar el cargo, pero lo cierto es que los presidentes de las diputaciones no son designados por elección directa; no hay una urna específica. La provincia se divide en siete partidos judiciales y los diputados que corresponden a cada uno de ellos se reparten en función de los resultados obtenidos por los partidos en las elecciones municipales. Unos días después de la cita con las urnas, los concejales electos de cada partido se reúnen en sus respectivos juzgados y deciden quién o quiénes serán los representantes de su comarca en la Diputación. Esos diputados son los que deben votar al presidente provincial.

¿Hay algún partido judicial más determinante que otro?

Sí. Hay dos partidos judiciales que solo reparten un diputado: Bande y A Pobra de Trives. Se lo lleva la lista más votada en esas comarcas y tradicionalmente en ambos casos es el PP. Sin embargo, en esta ocasión los socialistas tienen cierta esperanza de dar un vuelto en Trives. En todo caso, es difícil que haya cambios, como también lo es en los partidos judiciales que reparten dos diputados: O Barco de Valdeorras, O Carballiño y Ribadavia. En todos ellos, un representante es para el PP y otro para el PSOE. Tendría que haber mucha diferencia entre el primero y el segundo para que el escenario cambiase. En este sentido, en el caso de la comarca carballiñesa está por ver el impacto que tendrá en los resultados socialistas el nuevo partido creado por Pachi Vázquez, que va como candidato en la villa y ha presentado listas en la mitad de los municipios. Es sencillo concluir, por lo tanto, que el partido judicial más determinante es el de la capital.

¿Cómo se presenta la disputa en el partido judicial de Ourense?

Reñida. El partido judicial de Ourense es, con diferencia, el más grande. Reúne a 37 municipios y entre ellos están algunos de los más poblados (además de la capital, Maceda, Allariz, Xinzo de Limia, Barbadás y todos los del área metropolitana). Esta zona reparte 15 de los 25 diputados de la corporación y la distribución actual ya refleja un empate entre el PP y el resto de grupos. Los populares tienen ocho representantes, el PSOE cuatro, DO dos y el BNG, uno. A sabiendas de que este partido judicial es el más determinante, es en estos municipios donde más esfuerzo hacen los partidos. Por ejemplo, Gonzalo Pérez Jácome presenta once candidaturas en toda la provincia y diez de ellas pertenecen a esta demarcación. No oculta que lo hace con la intención de sumar votos y ampliar su representación en la Diputación (hay que recordar que sus dos representantes actuales los obtuvo habiéndose presentado únicamente en tres concellos en el año 2015). Además, en esta ocasión hay más competencia, especialmente de parte de Ciudadanos. El partido naranja se presenta en la capital y a los votos que obtenga allí habrá que sumar los que logren sus listas en Xunqueira de Espadanedo, Pereiro de Aguiar, Maceda, Vilar de Barrio, Xinzo de Limia, Baños de Molgas, Barbadás y Parada de Sil.

¿Qué pasaría si se reproducen los resultados del 28A?

Que el PP se quedaría con once diputados, a dos de la mayoría absoluta. En las generales los populares obtuvieron un 34,1 % de los votos en la provincia, muy lejos del resultado obtenido en el año 2015 (un 43,94 %). El PSOE, por el contrario, logró el 28A el 32,99 % (en las municipales de hace cuatro años había sido un 25,75 %). El retroceso del Partido Popular se concentraría en el partido judicial de Ourense ya que es allí donde perdería los tres diputados si el 26M se reproducen los resultados de las elecciones generales.

¿Cómo puede influir lo que ocurra en la capital?

Es determinante porque en Ourense viven un tercio de los habitantes de toda la provincia y la mitad de los que residen en el partido judicial ourensano. Si el PP cae drásticamente en la ciudad, como pronostican las encuestas, para evitar perder representación los populares deberían compensar esos malos resultados con el resto de municipios de la zona, donde ahora habrá más competencia que nunca. El PP obtuvo 16.345 votos en la capital ourensana en las elecciones del año 2015, lo que supuso un 30,93 % de apoyo y se tradujo en diez concejales de los 27 que tiene la corporación provincial. La encuesta de Sondaxe para La Voz de Galicia pronosticaba este martes que bajaría drásticamente en porcentaje de apoyos (se quedaría con un 18,6 %). Pasar a ser la tercera fuerza en la ciudad dificultaría notablemente mantener la representación actual del PP en la Diputación.

Y, si el PP pierde la mayoría absoluta, ¿qué pasaría?

Que para conservar el gobierno provincial, los populares necesitarían recabar el apoyo de otras formaciones políticas. De otro modo, sería el PSOE el que podría tejer alianzas con otros partidos para lograr una mayoría suficiente. En este sentido, Democracia Ourensana ya ha mostrado su disposición a llegar a un acuerdo con los socialistas y su líder habló incluso de un «cambio de cromos»: DO facilitaría un gobierno del PSOE en la Diputación y los socialistas harían lo mismo a la inversa en el Concello de Ourense. En todo caso, Gonzalo Pérez Jácome tampoco descarta un pacto con el PP, aunque en este caso la condición ineludible que pondría para ello es que el presidente no podría ser José Manuel Baltar. Algo similar ha sugerido Ciudadanos si el partido naranja llega a entrar en la corporación provincial.