Ourense despide al que fue el primer director del pabellón de Os Remedios y profesor de educacion física en la Universidad Laboral
05 may 2019 . Actualizado a las 08:46 h.Al final la enfermedad pudo más pero quedarán para siempre en el recuerdo su sonrisa, sus ganas de vivir, sus chistes, su fortaleza a la hora de mirar de frente a la adversidad. José Luis Llamas quería ser marino de guerra pero su pasión por el deporte siempre pudo más que todo y se convirtió en profesor de educación física. Y no fue uno más. En 1970 lo nombraron director del pabellón de deportes de Os Remedios, fue el primero, y allí montó un club de yudo. Se hizo cargo del equipo de niñas de Josefinas y años después llegó al Club Medina de baloncesto femenino, que competía en segunda división y cada quince días llenaba de aficionados las gradas del pabellón. También fue Llamas entrenador de natación y desde 1976 profesor en la Universidad Laboral.
Con deportividad se tomó el pronóstico que le dio su médico cuando le explicó, hace ya veinte años, que tenía un Linfoma no Hodgkin. Convivió con el cáncer con el apoyo de su compañera de vida, Cachito, sus dos hijos y desde hace unos años su nieto. Y nunca se alejó del deporte. Aficionado al bádminton, continuó participando en los campeonatos de dobles por toda España, a veces incluso días después de haber recibido el alta hospitalaria. Y ganando medallas. «La ventaja de los que pasamos por esto es que vives más intensamente, valorando todo de otra manera, siendo feliz cada día», explicaba en una entrevista a La Voz en noviembre del 2017. Para él, haber podido ver crecer a su nieto le había aportado muchas alegrías, acompañándolo los sábados a sus partidos de fútbol e inculcándole esos valores que él siempre defendió, desechando el fomento de la competitividad. Esa generación de deportistas que se forjó con él le echará de menos. Pero su legado permanecerá.