La mercancía espera en los archivos de los juzgados hasta que se resuelve el delito

La Voz

OURENSE

10 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las prendas intervenidas por la Guardia Civil son puestas, tras su incautación, a disposición del juzgado de los municipios donde tiene lugar la aprehensión. Ahí permanecen mientras se tramitan las denuncias para ser trasladadas más tarde a los juzgados de lo Penal de Ourense que es donde se celebran los juicios. La acumulación de estas pruebas del delito ocupan en muchas ocasiones buena parte de los archivos judiciales. Esta es una de las razones por las que, una vez se conoce la sentencia, los juzgados se deshacen de ellas lo antes posible. La ropa falsificada puede ser o bien destruida o entregada a entidades sociales. En muchos casos son las propias marcas que han sido falsificadas las que deciden el destino de esa ropa.

Textil, cazado, complementos y cosmética conforman la mayor parte de lo incautado por la Guardia Civil, aunque no es lo que más valor tiene en los mercadillos irregulares. Los objetos más valorados son los relojes, las gafas de sol y las colonias, de importante valor en la venta aunque sean falsificados. China es, en el 90 % de los casos, el fabricante de este tipo de productos que se camuflan en grandes contenedores que llegan a los puertos. En estos primeros destinos es donde suele actuar la Agencia Tributaria.