El técnico ourensano asume que Pontellas y Estradense endurecen el reto
03 abr 2019 . Actualizado a las 07:55 h.Al Barbadás le faltó un gol para recortar la ventaja que el Pontellas y el Estradense sostienen en la carrera por el salto de categoría, pero la lectura de Manel Vázquez es clara, al insistir que no bajarán los brazos: «Estamos disgustados, porque entendemos que hicimos merecimientos para algo más, durante muchos minutos sometimos al gran favorito al asenso, pero si no metes tres ocasiones claras como las que tuvimos, lo acabas pagando. De todos modos, tenemos que seguir trabajando en la misma línea y pelear nuestro objetivo, que es alcanzar una de las dos primeras plazas. No será fácil, pero un ascenso nunca lo es».
Y con esa premisa, el entrenador que había comenzado el curso en la Tercera División con el Arenteiro, se muestra satisfecho por su entrada en el vestuario de Os Carrís y también con la actitud de sus jugadores: «Todos están muy metidos, en la plantilla y también en la directiva, cada uno sumando en su misión y eso es lo que tenemos que hacer todos. Hay dos equipos que lo están haciendo muy bien y lo malo de eso es que no hay muchos más que puedan meterlos en apuros, lo que complica la remontada, pero nosotros tenemos que ir a lo nuestro e intentarlo cada domingo, mientras haya opciones».
Con todo, el Barbadás tendrá que luchar con problemas que afectan a todos los equipos, si bien en un tono un poco más acusado en el bando azulón, con un plantel bastante justo de fuerzas a día de hoy: «Ante el Pontellas propusimos un partido con mucho ritmo, era nuestra baza, pero la verdad es que a partir del minuto 70 notamos el esfuerzo realizado. Chimpín tuvo que reaparecer, saliendo de lesión y otros jugadores arrastran molestias. No sabemos cuando podremos recuperar a David Soares y es difícil que Marcelo nos ayude más, porque su rodilla no termina de responder. Además todo apunta a que Aitor y David Nespereira no podrán regresar en lo que falta de temporada».
A eso se le suma que Quini salió tocado del partido y habrá que seguir de cerca su evolución en las próximas semanas, aunque parece que su dolencia puede quedarse en una contractura.
Por si fuera poco, el próximo rival es un Atios al que visitarán los azulones con la obligación de ganar: «Era uno de los grandes favoritos, por plantilla y porque se quedó el año pasado a un gol del ascenso, pero hoy nadie regala nada, los de abajo también compiten a muerte y en realidad tenemos que esforzarnos al máximo siempre».