Harían bien los partidos que pretenden representar a Ourense en las Cortes Generales del Estado en dejarse de líos con la configuración de sus candidaturas y empezar a situar en la agenda política los problemas que afectan específicamente a la provincia. De no ser así, los ourensanos podrían tener que ir a votar pensando en lazos amarillos muy lejanos o en propuestas tan estrambóticas como la de permitir llevar armas en público.
No digo que en las generales no se pueda elegir pensando en asuntos de interés estatal, como los servicios públicos y su financiación, pero no hay que olvidar que la provincia tiene necesidades muy específicas. Y no solo a nivel de infraestructuras, que también. La crisis demográfica a la que se enfrenta Ourense exige de un tratamiento «personalizado» y no de los ochenta millones de euros previstos en los presupuestos fallidos de Pedro Sánchez. Aunque menos da una piedra -Mariano Rajoy se limitó a nombrar a una comisionada para el reto demográfico, por cierto, ourensana, pero nada más- hay que tener en cuenta que esos ochenta millones eran repartir en todo el Estado por lo que su impacto en Ourense sería más bien limitado.
Sí, hay otras provincias en las que este problema también exige tomar medidas, pero en pocas la situación es tan grave como aquí. Y, si los diputados y senadores ourensanos andan pensando en otras cosas, como en lazos amarillos o armas, estarán perdiendo un tiempo maravilloso para situar problemas reales en la agenda política. Veremos a qué se dedican en campaña y, sobre todo, después de ella.