Un Pavillón regenerado en casa

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Técnicos criados en el propio club consolidan el núcleo de un trabajo de estructura piramidal

14 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

De las escuelas deportivas de Os Remedios nacieron una serie de clubes, entre los cuales Ximnasia Pavillón Ourense inició una carrera que en los años ochenta acogió a niñas que se iniciaron en gimnasia rítmica o artística.

Fueron eso sí, las primeras en sufrir la masificación de Os Remedios, sobre todo en lo que respecta al trampolín, por lo que la instalación del material en cada entrenamiento restaba en cuanto a horas de trabajo. Así lo recuerda Ada Pazos, gimnasta desde 1973 hasta bien avanzados los ochenta, cuajando un notable palmarés nacional e internacional, antes de convertirse en entrenadora y jueza en competiciones intercontinentales: «Experimentamos un cambio grande desde que nos fuimos al Campo de la Feria y tenemos allí instalado el material. No es el sitio idóneo para entrenar, pero me doy con un canto en los dientes. Hace frío en invierno y calor en verano, pero podemos trabajar cada vez con más grupos y más horas».

Y es que el crecimiento de la actividad en el Pavillón ha sido exponencial en todas sus modalidades, incluso -a medida que crecía el nivel de sus deportistas élite- se hizo complicado admitir a principiantes, por lo que surgió el Club Ximnasia Escola Pavillón, una nueva formación que también fue capaz de llegar, con el tiempo, a las competiciones nacionales.

De paso, en la propia escuela pudimos ver a gimnastas que daban sus primeros pasos como entrenadoras, el caso que una Natalia Gómez que, en la actualidad es la coordinadora de gimnasia rítmica: «Este siempre ha sido un club muy familiar y varias gimnastas de di época ya tenemos a nuestras hijas compitiendo a un alto nivel. Siempre hemos cuidado la formación de nuevos técnicos, porque sabíamos que era el futuro del club».

Después de diez años de una meritoria carrera deportiva, Natalia se convirtió en entrenadora de Nivel III de rítmica y técnica nacional de gimnasia estética de grupo, además de su formación en danza. Desde la coordinación de la sección de rítmica, recuerda que la estructura piramidal del club ha servido para mejorar de modo notable la calidad de sus deportistas: «Íbamos a los primeros nacionales con pocas opciones y ahora nos dejamos ver en los puestos destacados. Con mayor cantidad de niñas, también es más probable que algunas alcancen el máximo nivel. Si alguna chica no puede continuar en algún grupo, hay otra preparada en el inferior para incorporarse de inmediato».

Es algo similar a lo que ha sucedido en el trampolín, donde el Pavillón es una de las grandes potencias estatales y llegó a colocar a diez gimnastas en el mundial de edades, como explica su entrenador, Iago Covela: «Este año tenemos en seguimiento para el mundial de Tokio a quince deportistas, quizás alguno de ellos no llegue, porque es muy difícil pero están entre los mejores del país. De hecho en el último campeonato de España, prácticamente todos los élite llegaron a las finales».

El técnico también es de los que fue monaguillo antes que fraile y recuerda que el esfuerzo para llegar a moverse entre los peores también es grande, pero advierte que lo considera beneficioso para los jóvenes: «Nuestra experiencia, por pura estadística, es que está comprobado que nuestros gimnastas de élite también obtienen excelentes resultados académicos».

Desde el club mueven casi quinientas familias y tampoco se descuida el trabajo de captación en los colegios, labor crucial de un grupo de técnicos de casa, como Alba Estévez, Irina Iembergenova, Eduardo Novelle, Raquel Dafonte, Néstor González y muchos más en el organigrama.