El técnico de Cacheiras ha reubicado en los últimos partidos al carrilero para situarlo en la punta de lanza, un puesto que se ha visto mermado tras la marcha de Igor Sevivas y la lesión de Mitogo. Desde ahí, Otero tenía claro que los goles tenían que llegar, aunque la prioridad para él es ayudar al equipo: «La moral es la misma del principio de la temporada, según las circunstancias y las dinámicas, los entrenamientos pueden ser más tensos, pero esta plantilla está muy comprometida con el objetivo y sabemos que debemos mantener la intensidad hasta el final, porque todos los equipos que están en nuestra situación van a emplearse a fondo para salir. El mismo Lugo B, al que nos mediremos el próximo fin de semana, estaba muy abajo y ha comenzado a ganar seguido, como el Paiosaco o el Boiro, pese a que estos perdieron el domingo. Va a ser duro, pero estamos preparados».
Y lo dice un joven que bajó al Amanecer de Provincial para relanzar su carrera y, de paso, centrarse un año en sus clases de buceo. En O Carballiño, trabaja en una fábrica de eólicos y confía en que el viento sople a favor del Arenteiro: «Con nuestro esfuerzo llegará la recompensa».