Una placa para la «pobre Asunción»

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

El Concello de Ourense homenajeó a la primera víctima registrada de violencia machista en la ciudad

07 mar 2019 . Actualizado a las 20:33 h.

Asunción González Vázquez recibía ayer un nuevo homenaje por parte del Concello de Ourense, que busca simbolizar en ella a todas las mujeres ourensanas víctimas de la violencia machista. La suya fue una muerte pública. De un disparo, en pleno viernes santo de 1891, en una plaza Maior de Ourense llena de gente. Quizá por ello, porque era imposible de ocultar -y a pesar de que las primeras crónicas hablaban de un disparo fortuito de la pistola que portaba su asesino-, a esta joven costurera le cabe el penoso honor de inaugurar una lista que, por desgracia, sigue creciendo.

«Ella fue la primera registrada, pero ¿cuántas hubo antes, quizá de forma más oculta, que sufrieron la misma violencia en aquella época en que no se podía decir nada, no se podía denunciar, si un hombre te pegaba o te insultaba?», reflexionaba este jueves Marcos Pardo.

El fue el autor del vídeo documental sobre la historia de la «pobre Asunción», como reza la inscripción en la tumba en la que reposan sus restos. El vídeo pudo verse este jueves, en el salón de plenos, durante el acto institucional organizado con motivo del 8M al que acudieron representantes de distintos colectivos sociales y en el que se leyó la declaración pactada por la Federación Española de Municipios y Provincias para esta fecha. Una declaración que habla de mantener el compromiso en la lucha por la igualdad, de fomentar el empleo digno como método para favorecer la independencia de la mujer y su empoderamiento; y que reclama para las entidades locales más medios para seguir trabajando contra la violencia hacia la mujer.

Luego llegó el descubrimiento de la placa dedicada a Asunción en la fachada de la consistorial dedicada. «Fue asesinada por un hombre que no aceptaba, que no entendía, que ella no quería nada con él, porque ella tenía otro novio. Historias como estas aún se repiten. Es una pena», alertaba Marcos Pardo, que agradecía la colaboración tanto de la familia como del Concello de Ourense para que sirva de alerta a las nuevas generaciones.