«Firmé casi cincuenta contratos en ocho meses; el más largo de 15 días»

F. Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El médico Adalid Maldonado deja Ourense para incorporarse a un centro de salud de Cataluña en el que le ofrecen un año de trabajo estable

28 feb 2019 . Actualizado a las 11:30 h.

A principios del pasado verano Adalid Maldonado Díaz (Honduras 1987) pensaba con optimismo en su futuro. Un futuro que él veía ligado a esta provincia, en la que acabó su especialización en Medicina de Familia y Comunitaria con varios premios y reconocimientos a sus trabajos de investigación bajo el brazo. Hoy prepara un traslado y hace las maletas. En menos de un mes tiene que incorporarse a la plantilla de un centro de salud de Cataluña. 

-¿Cuál es la razón de la marcha?

-Estoy cansado. Aposté por quedarme aquí, fui el único de mi promoción que se quedó en las listas de Atención Primaria en Ourense, pero ahora no me extraña que la gente se vaya. Firmé casi cincuenta contratos en ocho meses; de un día aquí, otro allá, de dos o tres en otro sitio..., y así constantemente. Lo más largo que tuve, de quince días cada uno, en verano. Es una locura y un estrés constante y no puedes planificar tu vida porque te pueden avisar para sustituciones en la misma jornada o la víspera. Puedes decir que no, claro, porque no te ponen una pistola en la cabeza para que vayas; pero no se lo toman muy bien. Te encuentras entre la espada y la pared y te hacen sentir mal. Además de los problemas para organizar tu vida personal, es una situación que genera muchísimo estrés también en el desarrollo de tu labor profesional.

-¿Por qué?

-Fundamentalmente porque no tienes continuidad con los pacientes. Yo intentaba llegar pronto para que me diera tiempo a ver la agenda antes de empezar, revisar por encima los historiales y por lo menos saber algo de las personas a las que iba a atender ese día. Para hacer eso, como además te mandan a pueblos pequeñitos, tenía que levantarme supertemprano porque como no conoces las carreteras no sabes cómo están y no es como ir siempre por autovía. Y luego, te pones frente al paciente y no solo te lleva más tiempo atenderle, porque necesitas hablar más con él y mirar bien su historial, sino que te genera mucho estrés tomar algunas decisiones. En la atención en Primaria, la continuidad en el trabajo con el paciente es esencial; pero cuando vas para un día no te atreves, por ejemplo, a variar algo en un tratamiento; aunque sospeches que puede funcionar. No conoces en profundidad las particularidades de esa persona, que además en el rural son mayores con muchas patologías crónicas. Yo nunca pude ejercer esa labor de seguimiento que se supone que es clave, porque cada vez me mandaban a un sitio diferente. Realmente es algo frustrante.

-¿Qué le ofrecen en Cataluña

-El contrato tiene una duración de un año y para un solo centro de salud. Voy a tener un cupo de pacientes con los que estaré todo el año. Es completamente distinto: sabes que vas a trabajar de lunes a viernes y que vas a completar las horas trabajando algún sábado cuando te toque, más luego las guardias que tú quieras coger. Cuando mandé el currículo me dijeron que podía ir a dónde quisiera, que tenían disponibilidad en cualquier centro de salud. Allí necesitan médicos igual que aquí, pero la diferencia es que te están ofreciendo unas condiciones que te permiten ejercer tu profesión de verdad y compaginarlo con tener una vida normal, saber qué días trabajas y dónde. La estabilidad económica es importante, pero en este caso es más tener una calidad de vida.

-Usted estaba trabajando en un proyecto de investigación para su tesis. ¿Lo abandona?

-Para nada; me han dado todas las facilidades para que pueda venir cuando lo necesite a pilotar la herramienta que estamos desarrollando; algo que, por cierto no me ocurría aquí. Cuando pedía un día para poder ir a Santiago, como que te lo echaban en cara.