Campeonas, juntas y creyendo

Adri Martiño FIRMA INVITADA

OURENSE

Benito Ordoñez

El entrenador del Alcorcón, el compostelano Adri Martiño, analiza la situación del fútbol sala femenino en Galicia

25 feb 2019 . Actualizado a las 13:48 h.

El fútbol sala femenino nacional ha vivido la semana más importante de su historia. Con una representación gallega acorde a la referencia que somos, con la ourensana Vane Sotelo como MVP, Silvia determinante en la portería, Luci siendo importante y Mon y Adri desde el banquillo, nuestra selección ha quedado campeona del primer Europeo Femenino de la historia, ganando a Portugal en su casa. Y la repercusión ha llegado a prácticamente todos los rincones de nuestra geografía. Las chicas están siendo homenajeadas en cada institución y seguramente en toda la prensa nacional se ha hablado más de futsal femenino en siete días que en los últimos treinta años. Probablemente solo un minuto en muchas cadenas, pero un minuto más que lo que habíamos tenido hasta ahora. Ha habido un tirón, ahora toca agarrar esa cuerda con fuerza y no soltarla.

Un vídeo de la Ajfsf animaba al equipo durante el torneo utilizando la letra de Izal: «A los locos nos verán bailando». Somos un deporte de locos, espectacular, que se mueve por pasión pero que cada vez que se lo cree y se une, tiene un potencial del que solo hemos visto una décima parte.

Con un torneo sin televisión, con esa consideración de modalidad que nos da la larga sombra del fútbol, con clubes y jugadoras profesionales de corazón pero que estudian o trabajan, que piden días para viajar con su equipo, que en élite entrenan maltratadas por las condiciones que les dan los ayuntamientos que ahora les homenajean, con todo esto, juntos y creyéndoselo, como decía la capitana Anita Luján, «llenan pabellones».

De ganar algo o aprendes mucho o solo te queda la copa. El femenino ha mostrado a todo el fútbol sala el camino. Un camino que no es cada uno por su lado como estaremos en la Copa LNFS de Valencia porque las ligas no paran, un camino por el que avanzar juntos, remando en la misma dirección, sin velar solo por intereses particulares. Así explotamos y crecemos. Así si no hay tele ponemos streaming, si aún no hay Mundial lo crearemos, si no hay dinero lo buscamos y si no somos olímpicos ya lo seremos, seguro.

Dos imprescindibles, ir todos a lo mismo y creérnoslo. Creer como las chicas siempre creyeron en poder jugar un Europeo primero y en ganarlo después, como todo el deporte empujó para darle la repercusión que merecía al evento y como nos hace falta seguir haciéndolo a jugadoras, entrenadores y clubes. Creernos que somos élite y exigirnos como élite, tratarnos de verdad como alto rendimiento porque para que lo hagan desde fuera tenemos que hacerlo primero nosotros. Que surjan recursos y no conformismo de la necesidad. Que pensemos a lo grande porque como deporte hemos demostrado que lo somos.

Recién llegado al fútbol sala femenino me produce hasta vergüenza escribir estas líneas. Es una alegría personal enorme por las campeonas que tengo el placer de entrenar cada día, Irene, Isa y Vane, por Mon, por el resto de la selección, por la ilusión que desbordaba cada niña o jugadora no internacional estos días, por acordarme de Belén que se quedó a las puertas, de Morenín y Raúl que hace doce años me hablaban de femenino y me sonaba a chino, porque de todos esos también es una parte de la medalla.

Momento de agradecer y homenajear no solo a las chicas, sino también a los que llevan años peleando por este deporte. A todas las que no pudieron jugar un Europeo porque en el 2019 se ha celebrado el primero. A todos los que lloraban con las lágrimas de Anita Luján, emocionadas por la alegría de un título donde Sotelo se lleva el MVP más repartido de la historia, porque a Vane se le cae la ilusión cada día aún más que los goles, pero en cada carrera de ella o de cualquiera de las nuestras, en su histórico primer gol de un Europeo oficial, estaba todo nuestro deporte detrás empujando, cada niña, entrenador o entrenadora, directivo o directiva que cada día se parte la espalda para que esto siga adelante. Adelante, juntas, y creyendo.

Adri Martiño es entrenador del Alcorcón FS en el que milita la ourensana Vane Sotelo