La diócesis de Astorga crea una delegación para proteger a las víctimas de abusos sexuales

La Iglesia de Astorga acaba de dar un paso importante para afrontar posibles casos de pederastia. Ayer mismo el Obispado de esta localidad leonesa, que extiende su jurisdicción eclesiástica sobre la comarca ourensana de Valdeorras, presentó la delegación de protección de los menores y acompañamiento a las víctimas de abusos, que estará coordinado por una psicóloga. Se trata del primer órgano de este tipo que se pone en marcha en España y de su nacimiento se ha informado por carta en los últimos días a víctimas de abusos. «Es mi deseo ponerme a su disposición, ofrecerle la ayuda que pueda necesitar como consecuencia de la situación vivida por usted», recoge la misiva, en la que se informa de que la persona responsable de este departamento será María José Díez Alonso, delegada episcopal para la protección de las víctimas. Especialistas en Derecho Civil y Canónico, sacerdotes, psicólogos y otros asesores que componen el equipo. El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, es quien preside la comisión.

Un cura de O Barco, apartado

Este paso se produce apenas un mes después de que la Iglesia de Astorga decidiese apartar a un cura gallego de sus parroquias, tras recibirse dos denuncias de abusos. A primeros del mes de enero el obispado anuncio su intención de retirar de sus funciones a Ángel Sánchez Cao, quien en su día había sido investigado por un presunto delito de abuso a un menor ocurrido, presuntamente, en 1980 en el Seminario de La Bañeza. Posteriormente el organismo eclesiástico reconoció tener «noticias fundadas» sobre otro caso similar protagonizado por el religioso, que desde 1999 ejercía en varias parroquias de O Barco. Este incidente motivó que se optara por apartarlo del ejercicio público del ministerio, prohibiéndole además expresamente mantener contacto con menores.

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