Seis meses de cárcel por vender prendas falsificadas valoradas en más de 13.000 euros

Era junio del 2015 cuando la Guardia Civil de Verín interceptó una camioneta que transportaba once cajas en cuyo interior había algo más de 1.800 prendas falsificadas -pantalones, polos y calzoncillos- de marcas como Lacoste.

Tras la vista oral del juicio, que acogió el juzgado de lo Penal 2 de Ourense, quedó probado que los procesados -sin antecedentes penales computables a este caso- se dedican de manera «habitual a la venta en España de productos falsificados» y que para su actividad delictiva contrataban a empresas de transporte que se encargaba de la entrega de las prendas.

Los acusados, que enviaban la ropa desde la localidad portuguesa de Chaves, evitaban ser ellos los que entregasen la ropa a los clientes para no implicarse directamente en un delito contra la propiedad industrial como por el que finalmente fueron condenados a seis meses de prisión y el pago de las costas procesales. El testimonio del trabajador de la empresa de transporte que conducía la camioneta, en la que se interceptaron las falsificaciones, sirvió para inculpar y condenar. «No estamos hablando de un reconocimiento que el testigo hace de personas que solo ha visto en una ocasión», argumenta el dictamen, sino que el propio conductor declaró en el juicio que «prestó servicios de transporte para estas personas con una frecuencia de, al menos, una vez por semana» hasta en quince o veinte ocasiones.

El escrito de la Fiscalía valoraba las prendas incautadas en 13.755 euros.

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