«No podemos reprocharle nada al equipo, pero los tres partidos perdidos por un gol nos dejaron con cero puntos y eso equivale a que necesitábamos frenar esa trayectoria»
15 feb 2019 . Actualizado a las 21:59 h.La victoria ante el Santiago de Sama le dio un respiro a un Sala Ourense que, como le sucedió en la primera vuelta, ha vuelto a atascarse en cuanto a resultados, en una fase del calendario que lo enfrenta a alguno de los mejores equipos de su grupo de Segunda B.
Así lo explica Kike García, el experimentado entrenador de los ourensanos: «No podemos reprocharle nada al equipo, porque nos están felicitando por el juego que estamos desplegando, pero los tres partidos perdidos por un gol nos dejaron con cero puntos y eso equivale a que necesitábamos frenar esa trayectoria».
En todo caso, Kike sabe bien lo que puede hacer su equipo y se queda con logros que llaman al optimismo: «A los equipos de arriba les hemos robado algún punto y ante los que no podíamos fallar sumamos siempre, por eso llegamos a la cuarta posición. Ahora se ha dificultado un poco con el calendario, pero sabemos que en esta liga hay equipos hechos por medio del talonario y nuestro presupuesto es de los más bajos, si no el que más».
En ese escenario, a Kike se le ve ilusionado al participar en una estructura como la ourensana: «El proyecto deportivo puede ser cada vez más ambicioso a medio plazo, pero el componente económico ya sería otra historia. Salvo algún veterano, como Tizón, ante el que tenemos que quitarnos el sombrero, jugamos con chicos de 19, 20 y 21 años, de un gran futuro».
También incide García en que las categorías nacionales que dejó hace años reunían una mayor calidad técnica, pero en las plantillas actuales existe otro potencial: «En Segunda B el juego es muy físico, con deportistas de una planta impresionante y con un componente táctico más notable en cada equipo. No es un torneo nada fácil y lo importante era asentarnos aquí».