Autónomos

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez MATICES

OURENSE

15 feb 2019 . Actualizado a las 09:31 h.

Es curioso como un país presume de su clase trabajadora -de esos ciudadanos que todas las mañanas y con mucho esfuerzo se levantan muy temprano para abrir la persiana de su negocio y luchan por crear riqueza y empleo- pero luego no hace nada por defenderlos. Nadie les apoya cuando se ponen enfermos ni cuando los clientes dejan de entrar por la puerta. Pase lo que pase durante el mes, los profesionales tendrán que rendir cuentas con Hacienda en los plazos estipulados y pagar su cuota de la Seguridad Social, que no distingue entre quienes ganan más o menos. Eso, además de hacer frente a los costes de luz, agua, mercancía, alquiler o personal, si es que se lo pueden permitir.

Esa es, para muchos, la verdadera pelea diaria. Siempre sumando y restando para ver si realmente sigue compensando ese esfuerzo o tal vez lo mejor sea desistir y probar con una oposición. O con lo que sea...

Y así vemos como, mes a mes, la cifra de trabajadores por cuenta propia va cayendo, al tiempo que aumenta la cifra de locales vacíos. No es raro, por cierto, que algunos propietarios prefieran tenerlos así, desocupados, antes que avenirse a un acuerdo que no asfixie al arrendatario. ¿De verdad lo estamos haciendo bien? Que nadie se lleve las manos a la cabeza si dentro de unos años ya no queda quien arregle una cremallera o unos zapatos. ¿Lo hará Alexa, tal vez?

Veremos, seguramente, en la campaña electoral en la que ya estamos metidos a la fuerza, que los candidatos alardearán de esos trabajadores que hacen país. Ahora solo falta que, si les toca gobernar, los defiendan como se merecen.